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El Consell protege como Bien de Relevancia Local el Comuner de la huerta de Aldaia

El tribunal de riego histórico logra su primer reconocimiento tras ser recuperado en 2014

Celebración de la sesión extraordinaria del Tribunal del Comuner, por las fiestas de Aldaia. | A.A.

La Comisión Técnica para el Estudio e Inventario del Patrimonio Inmaterial de la Generalitat Valenciana ha aprobado dar luz verde a la declaración como Bienes de Relevancia Local (BRL) ocho elementos patrimoniales inmateriales en su última sesión. Uno de ellos es el Tribunal del Comuner de Aldaia, una institución del riego en la población, recuperada hace unos años, y con jurisdicción sobre la huerta.

Este tribunal ha sido protegido como BRL por «sus conocimientos tradicionales sobre prácticas productivas, procesos y técnicas propias del regadío tradicional de la huerta valenciana, así como una tradición oral y particularidades lingüísticas de conservación de un léxico valenciano agrícola de l’Horta», según la comisión.

Esta figura de protección patrimonial es un paso más en el camino que los y las responsables del Tribunal junto con el Ayuntamiento de Aldaia se han marcado respecto a este juzgado consuetudinario del riego.

El Comuner de Aldaia es tribunal de riego de la Comunitat de Regants del Rollet de Gràcia, también llamada Sèquia del Comuner. El órgano tiene jurisprudencia absoluta y privativa sobre el área agrícola del Rollet, que está exenta, por tanto, de acudir en sus conflictos al Tribunal de les Aigües de València. El Rollet de Gracia toma las aguas de la acequia Quart-Benàger-Faitanar del Túria, en el llamado Pont Nou, y riega aproximadamente unas 1.100 hanegadas en Aldaia.

El origen está en un privilegio del rey Jaume I el 10 de abril de 1268 que otorgó a los regantes los derechos de usos del agua. Así, sobre la base de la huerta medieval de época islámica, se construyó la Séquia del Comuner y su parcelario a partir de la Carta Pobla de Quart de Poblet (al que pertenecía Aldaia), en1334 (otorgada por el Monasterio de Poblet, señorío de ambas poblaciones), y se consolida a lo largo de la Baja Edad Mediana y la Edad Moderna. El consistorio de Aldaia tiene constancia de las ordenanzas del Tribunal del Comuner de 1589 y de 1747 (reafirmadas en 1845), y también del 23 de abril de 1960. El organismo desapareció posteriormente y fue recuperado en marzo de 2014, cuando se celebró una Junta General Extraordinària de la comunidad de regantes que decidió actualizar las normas, lo que dio lugar al nuevo reglamento, aproibado el 27 de julio de 2017.

Relacionados con el Tribunal del Comuner hay diversos elementos patrimoniales como la huerta histórica tradicional de Aldaia, la Séquia del Comuner o Rollet de Gracia (con sus elementos hidráulicos), la Comunidad de Regantes y la Cisterna de Agua del siglo XVII, situada bajo el actual ayuntamiento, que tomaba el agua del Rollet y la llevaba en la población). Todos juntos constituyen un rico conjunto de bienes de valor histórico, arquitectónico y etnológico.

Reconocimiento a la «Carxofa» de Alaquàs

Otro de los elementos identitarios culturales de l’Horta Sud que ha logrado el reconocimiento como Bien de Relevancia Local (BRL) es el Cant de la Carxofa de Alaquàs. Según el organismo de la Generalitat Valenciana que lo ha acordado, «es una composición musical religiosa en la que un niño o niña, vestido de ángel, canta el día 8 de septiembre a la Virgen María del Olivar, y el día 9, al Cristo de la Buena Muerte, desde el interior de un artefacto que cuelga, en forma de alcachofa, y acompañado de una orquesta y un coro de voces».

La petición del pleno de Alaquàs para que el canto tuviera este reconocimiento se formuló havce años, a petición de l’Associació d’Amigues i Amics de la Carxofa, aunque quedó en el olvido durante bastante tiempo. Ahora se ha aprobado, junto a las ocho declaraciones, que tendrá que retificar el Consell.

En este tiempo, los pueblos de l’Horta Sud que comparten esta tradición (Alaquàs, Aldaia y Silla, de forma histórica, y Quart de Poblet, Picassent y Catarroja, donde se recuperó en la última década), así como los barrios y pedanías de València donde también se interpreta (el Carmen y Castellar), se han organizado, de forma conjunta, para lograr que este canto cultural y religioso obtenga una protección global y mayor que la de ámbito local y aspiran a que sea Bien de Interés Cultural.

Para ello, ha sido necesario un proceso de documentación histórica, que realiza fundamentalmente el investigador Rafael Roca, así como la preparación de informes por parte de todas las instituciones o entidades culturales que sustentan la tradición, Tras formular la petición en la pasada legislatura, fuentes de la organización indican que se está ahora complementando documentación.

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