El primer pleno de la Junta Local Fallera de Torrent del ejercicio 21-22 finalizó en un ambiente tenso después de que las 29 comisiones leyeran un comunicado en el que lamentaban el “inmovilismo” de los últimos 14 meses y donde pedían al ayuntamiento “valentía” para celebrar una semana fallera completa en 2021 en la que la planta y la cremà “no es una opción”. El documento no fue encajado bien por el concejal de Fiestas, Pascual Martínez, que se revolvió, causando mayor malestar si cabe entre los presidentes y presidentas que le recriminaron su falta de respeto.

En el turno de ruegos y preguntas, Marcos García, presidente del año, tomó la palabra para leer un extenso comunicado firmado por las 29 comisiones de Torrent. Durante su intervención, desgranó todo lo vivido tras más de un año de pandemia. El dirigente fallero recordó que tras la suspensión de las fallas de marzo de 2020 tampoco se pudieron celebrar en julio o septiembre, pese a la nueva normalidad, y que con la llegada de la segunda ola no pudieron organizar actos falleros, aunque en otras poblaciones sí. “No es el momento, nos decía el ayuntamiento”, afirmó.

El también presente de la comisión de Benemérita explicó que “todos los sectores, como el educativo, el cultural, el laboral o el hostelero, han ido haciendo su propia desescalada, excepto las fallas y el ocio nocturno. Las fallas no somos ocio nocturno, somos tradición, cultura, patrimonio e historia y el ocio nocturno no es una nuestra forma de ser”, criticó. En este sentido, recordó que “hemos actuado con responsabilidad en nuestra vida o en nuestros trabajos", pero los falleros “hemos sido obedientes porque no se ha permitido organizar actividad alguna”. En cambio, detalló que en muchas otras poblaciones, como Paterna, Alaquàs, Mislata, Carcaixent o València, se han ido organizando actos falleros con “medidas”. También en otros ámbitos como congresos políticos, manifestaciones, conciertos o exposiciones.

Las comisiones peligran

Llevamos 14 meses callados, algo sin precedentes, y somos la manifestación festiva que mejor de ha comportado de toda España”, afirmó García. Por tanto, añadió, “tenemos que dibujar una fiesta nueva y saber dónde estamos y dónde queremos llegar” y “debemos mirar al futuro esperanzados”. Pero para ello, reclaman las comisiones, precisan de la colaboración del ayuntamiento. “Necesitamos de la vía pública y de las instalaciones municipales para nuestros actos. No podemos aguantar más. Sin falleros no hay falla y sin falla no hay cultura ni actividad económica alrededor de una fiesta declarada Patrimonio de la Humanidad y que es motor económico de nuestra ciudad y donde hay sectores que necesitan de nuestra fiesta para salir adelante. Debemos reactivarnos por el bien de nuestras comisiones, que ya peligran”.

Por todo ello, las 29 comisiones de Torrent solicitan al Ayuntamiento la creación de una mesa de trabajo formada por JLF, consistorio y presidentes para trabajar en una desescalada “y diseñar una semana fallera con responsabilidad e ilusión y demostrar que permitiendo actos en la calle es factible y pondremos en práctica todas esas medidas y adaptar los festejos a la nueva realidad”. Todo con la finalidad de tener “una semana fallera 2021 lo más completa que permita la normativa pero ilusionante y la que nuestros representantes merecen. No se puede cerrar su ciclo en falso. Pondremos de nuestra parte, pero pedimos al ayuntamiento lo mismo y remar todos en el mismo sentido. Esto es cuestión de todos”.

"Las fallas 2021 deben ser recordadas e ir al máximo donde la plantà y la cremà no es una opción"

Marcos García remarcó que deben ser “una fallas recordadas” e ir “al máximo” donde la plantà y la cremà “no es una opción. Tenemos tecnologías para controlar aforos y podemos contar con la ayuda de los cuerpos y fuerzas de seguridad”. Así alertó de que “no celebrar una semana fallera en condiciones sería un desastre para la fiesta”. Por tanto, las fallas piden al ayuntamiento que “sea valiente y decidido” y permita “usar la vía pública y las instalaciones municipales para iniciar esta actividad que es cultura”.

También solicitan al consistorio que pida a la conselleria ampliar el aforo de los casales para poder celebrar juntas directivas. “No queremos más inmovilismo. O reaccionamos pronto o las consecuencias serán negativas y tendremos que actuar de urgencia. Aprendamos de los errores de estos 14 meses, donde nadie, ayuntamiento, junta y comisiones, han tenido una acción proactiva”. Marcos García concluyó diciendo que ahora las 29 comisiones “somos una piña” y “se nos tiene que escuchar”.

Por su parte, el concejal de Fiestas, Pascual Martínez, dijo que aceptaban las criticas pero afirmó que “no podemos estar de acuerdo” ya que “hay afirmaciones cuestionables”. Y sentenció: “Tengo algo muy claro, el inmovilismo ha sido la voluntad clara de cumplir las instrucciones y normas sanitarias. Ese cumplimiento se ha aplicado desde un principio de prudencia, y probablemente ha influido en la situación (sanitaria positiva) en la que estamos”.

El dirigente socialista recordó que “las fallas no son las únicas que han sufrido la pandemia” y el ayuntamiento “ha seguido las recomendaciones sanitarias por lealtad, respeto a la ciencia, a los poderes públicos y a las familias de enfermos y fallecidos”.

"Aquí no hablamos de valentía. Estamos en una pandemia, vale?. Esto no es un juego. Estamos hablando de hospitales saturados, de muertos, y que un comportamiento serio y responsable ha posibilitado que esto se haya atenuado"

Martínez señaló que “cómo va a estar un ayuntamiento pidiendo el cumplimiento de unas normas si no se lo aplica a sí mismo. Con que fuerza se lo va a pedir al resto de la ciudadanía”, y aseguró “aquí no hablamos de valentía. Estamos en una pandemia, vale?. Esto no es un juego. Estamos hablando de hospitales saturados, de muertos, y que un comportamiento serio y responsable ha posibilitado que esto se haya atenuado". Y concluyó con un "ya hablaremos, como dicen los novios”.

Falta de respeto y amenazas

El tono y la respuesta del concejal soliviantó más si cabe a presidentes y presidentas. Ana Royo, representante de Avinguda y expresidenta de la JLF, le recordó al edil que el “inmovilismo” ha sido de todos y que el comunicado “es una declaración de buenas intenciones para empezar de cero”, pero la intervención de Martínez “ha sido una falta de respeto muy grande. Es una crítica constructiva para poner las cosas en su sitio cuando se levante el estado de alarma, pero visto lo visto se verá la voluntad política. Creo, con respeto, que no has estado a la altura. Claro que nos unimos al dolor de las víctimas pero has estado fuera de lugar”.

El concejal tomó la palabra y pidió disculpas “si el tono no ha sido el adecuado”, ya que “soy un poco vehemente”, pero insistió en que “algunas de las críticas no se corresponden”.

El presidente de Sant Valerià, Miguel Ángel Atienza, no solo le recriminó al edil su tono sino “las amenazas” con “ese ya hablaremos, ya hablaremos, ya hablaremos”, que “yo nunca le he escuchado a un concejal de fallas”.