Las empresas de los polígonos de l’Horta siguen mirando al cielo y cruzando los dedos cada vez que se anuncia una DANA. La evacuación de las aguas pluviales es una gran asignatura pendiente, ya sea por la falta de mantenimiento de instalaciones existentes o por la carencia de infraestructuras adecuadas para evitar las inundaciones que, año tras año, se producen en las áreas industriales y que, en ocasiones, generan graves pérdidas económicas.
El ejemplo crítico lo protagonizó Beniparrell el pasado mes de noviembre, cuando el desbordamiento del barranco de Picassent, que recoge las pluviales de los pueblos de más arriba, dejó atrapadas a miles de personas trabajadoras del polígono Vereda Sur toda una noche, causando pérdidas económicas que aún siguen arrastrándose. La solución no es fácil, porque pasa por aumentar la capacidad del barranco, gestionado por la CHJ, y mejorar el drenaje, algo difícil por la presencia de la V-31.
La ubicación del polígono del Mediterráneo, en los términos de Massalfassar y Albuixech, pero muy cerca de la costa, hace que su casuística sea diferente. Sus aguas pluviales son vertidas al mar por una canalización que pasa por debajo de la V-21. Las tormentas de octubre de 2018 dañaron las escolleras y, actualmente, cada vez que hay fuertes lluvias, entra agua del mar al polígono. La Asociación Empresarial del Polígono del Mediterráneo (Aupim) sabe que existe un proyecto de reparación de la dirección general de Costas, del Ministerio de Transición Ecológica, pero no hay noticias de cuándo se va a acometer. En episodios de tormentas, no es difícil ver agua de mar que se estanca en el polígono porque, además, las olas arrastran piedras que obstruyen la canalización, llegando en ocasiones puntuales a entrar agua en alguna empresa «aunque todas están construidas a un metro y medio por encima del suelo como marca nuestra ordenanza», informa Ana Pardo, gerente de Aupim.
Otro problema es el de las competencias, ya que hasta cuatro administraciones entran en juego lo que hace que muchas veces «se vayan pasando la pelota unos a otros». Por una parte, el polígono está en término municipal de dos municipios, Massalfassar y Albuixech. «Los ayuntamientos hacen lo que pueden incluso más de lo que deberían hacer. Ya el año pasado, Massalfassar limpió la salida de aguas pluviales que estaba llena de piedras y, gracias a eso, evitamos inundaciones», explican. Pero además, está el Ministerio de Fomento «que limpió la canalización por debajo de la autovía aunque dijo que no era de su competencia sino de Costas», añade.
En Sedaví, las posibles inundaciones en el polígono se han incluido dentro de un estudio en la población, aunque no hay problemas graves en el área industrial. Los pocos que puedan producirse en un fuerte episodio de lluvias podrían solventarse gracias al colector oeste anunciado por conselleria, que aliviará los problemas con las aguas residuales de las poblaciones de l’Horta Sud. Según el consistorio, se están estudiando las acequias que cruzan por debajo de la pista de Silla, para ver las posibilidades de verter pluviales y además se va a instalar un colector que parte en la calle del Sol hacia Forn d’Alcedo, compartido con València.
En Manises, las infraestructuras de evacuación de pluviales en el polígono del Aeropuerto son deficitarias. El barranco por el que debería evacuarse el agua está sucio y las alcantarillas están mal dimensionadas y requieren de limpieza, así como los imbornales no tragan lo suficiente. La patronal Asimanises afirma que hay empresas a las que les sube el agua y brota dentro de sus instalaciones.
Otro túnel en Fuente del Jarro
En el polígono Fuente del Jarro de Paterna se han hecho mejoras aunque aún quedan actuaciones pendientes. A finales de 2020 había tres «puntos negros» por problemas en la recogida de pluviales. Recientemente se hizo una actuación en calle Islas Baleares, con el fin de evitar que el agua que se embalsaba cuando llueve y fuera a parar al túnel. Queda pendiente una actuación para evitar la inundación de la plaza de Cartagena y también la ejecución de un proyecto en la confluencia de Ciudad de Barcelona e Islas Canarias. Según Asivalco, en estas zonas se producen inundaciones de varias naves cuando hay tormentas y en Ciudad de Barcelona llega incluso a imposibilitar la salida desde Fuente del Jarro hacia el sector Los Molinos. En cualquier caso, las características particulares de Fuente del Jarro, con un único túnel de comunicación entre sus dos fases, que históricamente ha tenido problemas de inundabilidad, hace que se siga requiriendo de un segundo túnel.
