«Hay mucho trabajo por hacer para conseguir transformar el modelo energético en los municipios». Es la conclusión básica que se ha extraído de la primera mesa de reconstrucción sobre modelo energético y transición energética de l’Horta Sud celebrada ayer en Benetússer y enmarcada en el proyecto Serà Horta Sud 2030, impulsado por el tejido asociativo, la Fundació Horta Sud, la Mancomunitat Horta Sud, la Diputació de València y Caixa Popular.
Una transformación que se debe dar a través del desarrollo de comunidades energéticas locales que necesariamente exige no solo la implicación de las administraciones sino de la ciudadanía y del sector privado. Y esto ha puesto sobre la mesa varios problemas a solucionar en materia de energía como es la falta de normativa, de unificación de criterios a seguir, de comunicación interdepartamental y de ayudas a los municipios y que se han intentado abordar por los principales instituciones de la comarca, como el Consell representada por la directora general de Cambio Climático, Celsa Amorós, el técnico de la Diputación de València Joan Aguado, el vicepresidente de la Mancomunitat de l’Horta Sud Josep Cabanes y el coordinador de Aeioluz, Salva Moncayo.
En dicha jornada se ha acordado establecer una mesa de coordinación para favorecer la comunicación interdepartamental y la posibilidad de crear una oficina itinerante, a poder ser mancomunada, para poder informar a la ciudadanía sobre el autoconsumo.
Ley del cambio climático
Celsa Amorós recordó que desde la conselleria se está realizando una ley de cambio climático y transición ecológica, cuyo borrador ya esta expuesto y en periodo de alegaciones, que requiere de la implicación de los ayuntamientos «a los que s se pedirá un inventario de las emisiones», pues la falta de datos en materia energética es algo generalizado, y puso de manifiesta la necesidad de trabajar «en red». «Es necesaria establecer una hoja de ruta y por qué no implantar un especiaede PENIEC ( Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) pero adaptado a la comarca».
En es trabajo en red es vital la Mancomunitat de l’Horta Sud, donde Cabanes se comprometió a «ser el punto de encuentro de debate y análisis para un cambio en el modelo energético», al igual que pidió la implicación de los ayuntamientos, «a los que se les obliga a cumplir una legislación que muchas veces es imposible de asumir con recursos propios».
Para el representante de la Diputación, el éxito de las comunidades energéticas locales viene por la implicación de la ciudadanía «Las administraciones representamos un 6% del consumo, hay que facilitar el autoconsumo y para ello hay que eliminar todas las trabas administrativas y unificar los criterios de solicitud, ya que en algunos ayuntamientos basta la declaración responsable, en otro hay que presentar el proyecto de obra, etc». Además, hay que incentivar el autoconsumo «y en eso está siendo decisivo la bonificación de hasta el 50% en el IBI».
La experiencia de Albalat
Un ejemplo a seguir en materia energética es Albalat dels Sorells. Y precisamente por ser pionero en la comarca, el alcalde Nicolau Claramunt planteó los problemas que van a tener los ayuntamientos, por ejemplo en el caso de la bonificación del IBI: «Dejaremos de tener unos ingresos importantes que llegara un momento en que no podremos asumir y necesitaremos ayudas».
También puso sobre la mesa la necesidad de contar con un ambientólogo en los ayuntamientos para asesorar en materia energética. «Nosotros estamos buscando pero por temas burocráticos es difícil». Testigo que recogió la diputación: «Se podría buscar una persona que actuara de asesor medioambiental, a lo mejor de forma mancomunada. Tenemos un nuevo reto» , concluyó Aguado.
