El bombardeo de la "Pava" en El Puig y Puçol

Aviones italianos y alemanes atacaron objetivos de retaguaria en pueblos de l’Horta

El bombardeo de la "Pava" en El Puig y Puçol

El bombardeo de la "Pava" en El Puig y Puçol

Julio Badenes

Cronista oficial del Puig

Los pueblos de l’Horta que con su rica agricultura abastecían de alimentos a la ciudad de València, al territorio español republicano y, además, conseguían que su gobierno obtuviese grandes beneficios, con la exportación de la naranja, gracias a los cuales podía comprar material bélico para enfrentarse a los que intentaban usurpar el poder ilícitamente, fueron atacados en diversas ocasiones a lo largo del conflicto armado.

El parte de guerra, del bando nacional, respecto de la actividad de la aviación, del 20 de junio de 1938, afirma que «en su intensa y continua acción sobre objetivos militares de retaguardia, tanto en el día de hoy como en los de ayer y anteayer, se han bombardeado los Aeródromos de Prat de Llobregat y Sabadell, puertos de Gandía, Denia, Valencia y Barcelona, produciendo en este último un intensísimo incendio; carretera y ferrocarril de Sagunto a Valencia, estación de Puig y fábrica de Puzol».

El bombardeo de la «Pava» en El Puig y Puçol

El bombardeo de la «Pava» en El Puig y Puçol / Julio Badenes

A pesar de lo ilícita, antiespañola y antidemocrática que fue la Guerra Civil Española, podemos adjetivar de tácticos, militarmente hablando, los ataques que se realizaron ese 20 de junio de 1938, en la retaguardia valenciana. Así, los puertos valencianos de Gandia, Dénia y València son bombardeados porque el jefe supremo del bando sublevado, Franco, tras haber tomada Gijón el día 20 de octubre de 1937 y tener, ya, definitivamente, la zona norte, inicia «una nueva fase de la guerra: todo el esfuerzo bélico se dirigirá hacia la conquista de la zona republicana en el Mediterráneo, con la ayuda inconmensurable de italianos y alemanes. Esta zona era vital para el Gobierno de la República, puesto que, desde sus puertos, aún recibía gran cantidad de armamentos y exportaba buena parte de sus productos, especialmente la naranja valenciana. La estrategia de los insurgentes, una vez estabilizados los frentes, fue machacar continuamente, sin apenas pausa, todos los puertos y ciudades de la costa republicana, amedrentando a los buques que osaban comerciar con dichas ciudades. Muchos de estos barcos fueron hundidos a lo largo de 1938». (Eladi Mainar Cabanes, en La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana, Vol. 14, Bajo las bombas, Editorial Prensa Valenciana, 2007, p. 31).

El bombardeo de la «Pava» en El Puig y Puçol

El bombardeo de la «Pava» en El Puig y Puçol / Julio Badenes

Las instalaciones productivas eran claves para el sostenimiento de la sociedad, civil y militar, republicana, por ello es atacada la fábrica de Puçol. También las fuerzas aéreas facciosas atacan la carretera General entre Sagunt y València, por ser una vía de comunicación fundamental. Recordemos que El Puig de Santa María se halla en medio de su recorrido.

Finalmente, bombardean la estación de El Puig de Santa María porque «las estaciones de ferrocarril fueron un importante nudo de comunicaciones entre Aragón, Valencia y Barcelona y sus almacenes se utilizaron como depósitos de municiones”( José R. Carbonell; José Á. Baños “La AS/88 sobre Sagunto 1937-1939)”, p. 137.

Un cañón escondido

Respecto a esta última acción aérea, es clave el testimonio de Julio Badenes Gausí, que tenía 13 años en aquel momento de la Guerra Civil, pues relata cómo un día «bombardearon, buscaban un cañón que estaba en la estación. Se encontraba escondido allí, en un almacén en el que el techo sobresalía hacia afuera. Era un cañón larguísimo, pues lo vimos un domingo en el que nos acercamos para verlo. Estaba preparado, seguramente, para llevarlo al frente».

La Pava volvía a teñir de negro la moral de la ciudadanía de la huerta valenciana. Los habitantes de las poblaciones del litoral valenciano se referían a los aviones que bombardeaban sus municipios con el sobrenombre de «Pava». Es un apelativo con el que se conocía, popularmente, a cualquier avión de los sublevados, aunque las pavas que solían atacar la costa valenciana eran el Savoia S-79 (italiano) y los hidroaviones Heinkel 59 (alemanes), que tenían su base en la isla de Mallorca, desde donde partían sus mortíferos ataques a los pueblos de l’ Horta.

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