«A l'estiu, cap casa sense menjar» es el nombre de la campaña que cada año pone en marcha el Ayuntamiento a través de la Concejalía de Bienestar Social para cubrir las necesidades básicas de los niños y las niñas que presentan una situación más vulnerable durante las vacaciones de verano, en donde los comedores escolares están cerrados.

En esta iniciativa municipal se benefician ya 90 pequeños y pequeñas y también sus familias. La selección previa ha sido realizada con la coordinación de los Servicios Sociales municipales y los centros escolares del municipio, siempre valorando cada caso en particular. Las familias beneficiarias podrán cambiar los tiques, única y exclusivamente, por productos de primera necesidad: carne, pescado, congelados, fruta y verdura, en los tres supermercados que la cadena Consum tiene en Picassent, empresa que obtuvo la licitación del contrato de suministro de alimentos.

El concejal del área de Bienestar Social, Carles Silla, apunta que, «Un año más, hemos puesto en marcha este proyecto que tiene como objetivo asegurar la alimentación a los niños y las niñas y también a sus familias, que por su situación económica y de vulnerabilidad, necesitan el apoyo social del Ayuntamiento».