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La nueva vida del ‘Kremlin’ de Alboraia

Metrovacesa presenta al ayuntamiento el proyecto para transformar el sector Vinival en un barrio sostenible

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Así están las bodegas Vinival en Alboraia Germán Caballero

Una actuación urbanística convertirá la pastilla de terrenos en la que se encuentran las viejas Bodegas Vinival, en Alboraia, en un proyecto sostenible en el que el conocido como ‘Kremlin’ será la plaza central de un barrio con un millar de viviendas.

Vinival S.A fue fundada en 1969 como sociedad de servicios para todos los exportadores vinícolas de Valencia. Según relata David Calvo, arquitecto, en el proyecto acabaron participando todos, «con una inversión de 54 millones de pesetas, cantidad muy inusual, hasta el momento, para una construcción industrial».

El también diputado del PSOE en las Corts describe el edificio de las bodegas, la pieza más representativa del complejo construido por Luis Gay y Juan Antonio Hoyos, como un «búnker sinuoso de ladrillo más propio del Kremlin pero que, desde una mirada más sensible, encontramos ingredientes que lo convierten en una pieza excepcional del patrimonio industrial valenciano».

Calvo explica que el recinto «contiene los depósitos para la recepción, el almacenamiento y la elaboración de vinos. La piel exterior está formada por 30 semicilindros de 7,5 metros de diámetro y 15 metros de altura, forrados por fábrica de un pie de ladrillo cerámico caravista color pardo y colocados a tizón».

Ahora, el ‘Kremlin’ de Alboraia será el centro de una actuación urbanística que desarrollará Metrovacesa sobre una superficie de unas 12 hectáreas. Los terrenos fueron en su momento propiedad del promotor Bautista Soler, pero acabaron en manos de los bancos como compensación de sus pérdidas en el sector.

El miércoles el despacho de arquitectos a los que Metrovacesa ha encargado la redacción del proyecto, presentó el boceto de la actuación al Ayuntamiento de Alboraia, en el transcurso de una comisión informativa.

Así, según ha podido saber este diario, el proyecto urbanístico va encaminado a convertir el sector Vinival en uno de los barrios más ecológicos y sostenibles de Europa. La iniciativa contempla la creación de hasta 4.000 metros de huertos urbanos y árboles frutales, así como 16.000 metros de zonas ajardinadas con especies autóctonas y masas de polinización, con un mantenimiento de la vegetación con agua reciclada. Además se construirá una barrera verde para mitigar el impacto acústico de la autovía y la línea férrea.

14 bloques de 3 a 18 plantas

En cuanto a los edificios, se prevé la construcción de 1.042 viviendas (109.839 metros cuadrados de edificabilidad), con la pretensión municipal de que un 30% sea de protección pública. En total, 14 bloques de 3 a 18 plantas. La idea es la alineación de los edificios de manera diferente a lo habitual para crear vistas al mar y la huerta, y generar corrientes de aire para beneficien un uso menor de consumo energético.

En este sentido, destaca la clara apuesta por las energías renovables con la instalación de placas fotovoltaicas en cubiertas y pérgolas de los espacios públicos y la ta calificación energética A en todos los edificios de viviendas. A esto se suma la reducción de la contaminación, minimizando la presencia del automóvil, con aparcamientos perimetrales y bajos los edificios, el mínimo suelo consumido por viales rodados y puntos de carga para vehículos eléctricos en superficie y en todas las plazas de los edificios. También en cuanto a la movilidad se han diseñado rutas escolares, senderos peatonales, patinables y ciclistas, con conexión a Alboraia y las playas, y aparcamientos de bicis y patinetes públicos y las plazas de parking privados.

El barrio de Vinival dispondrá de una gestión ecológica del ciclo del agua, con drenajes sostenibles, pavimentos filtrantes y depósitos de reutilización.

Ambulatorio y colegio

Y en el centro del barrio, a modo de plaza pública y punto neurálgico, se mantendrá el edificio de las antiguas bodegas Vinival, que pasará a formar parte de las dotaciones públicas, junto con las zonas verdes, 7.000 metros para un colegio y otros 3.000 para un ambulatorio. La intención del consistorio es abrir un proceso participativo con diferentes asociaciones y decidir el uso del ‘kremlin’. Oficinas coworking para estudiantes de la Politècnica, con sala de eventos, un balneario de agua salada aprovechando las piscinas de las bodegas, un centro de mayores, un mercado delicatesen para vecinos y turistas con restaurantes y un jardín botánico son lagunas de la propuestas planteadas para el vetusto complejo vitivinícola. «Ahora tenemos que analizar qué queremos, qué nos gusta y aunar ideas y conceptos para los futuros usos de las bodegas», explica la concejala de Urbanismo Ana Bru.

La previsión del equipo de gobierno es llevar al pleno de septiembre la aprobación de sacar a exposición pública la propuesta del proyecto, así como todos los informes y estudios previos exigidos por conselleria, como el estudio acústico, el plan de movilidad o el informe técnico municipal sobre la versión inicial de la propuesta de PRI.

Chavarría: «El 30% de los pisos debe ser protegido»

El alcalde de Alboraia Miguel Chavarría destaca que si se concreta el proyecto «será un buen final para todo el sector de la Patacona, donde ahora restan solares con escombros. Además, hemos pedido que un 30% de las viviendas sean de protección oficial, permitiendo vivir en una zona de privilegio a dos manzanas de la playa». El dirigente resalta la «sostenibilidad» de la actuación y «todo el proceso de participación que vamos a impulsar para decidir el futuro de Vinival», y revela los cuatro años de negociación entre la promotora y la conselleria para «cumplir todos los requisitos».

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