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El atleta de Foios logra hacer la Transpirenaica y recaudar 4.000 euros

El corredor Carlos Ruiz ha completado 850 kilómetros en un total de 18 etapas y los fondos obtenidos serán para la lucha contra la diabetes

Carlos Ruiz, el joven atleta de Foios, ya ha cumplido su sueño. Su gran aventura era hacer la traspirenaica y lo ha conseguido. El reto consistía en correr 800 kilómetros pero él ha ido más lejos llegando a contabilizar el total de 850 kilómetros en 18 etapas con 42.500 metros de desnivel positivo, que culminaron ayer. Con este itinerario, ha recaudado un total de más de 4.000 euros, que estarán destinados a ayudar a la investigación contra la diabetes, ya que el reto es solidario.

Ruiz vuelve ilusionado y contento porque no se ha defraudado a sí mismo. Ha corrido y luchado. Ha conocido sitios mágicos y ha disfrutado del inmenso silencio de la montaña que ha sido su principal aliada. Ha llorado y ha reído. Ha tenido la visita de varios amigos en mitad del recorrido. «Las sorpresas han sido increíbles a mitad de camino. La última fue la de un amigo con su hijo, que dejaron en una piedra por donde yo iba a pasar una camiseta de nuestra empresa y salieron gritándome y escondidos de detrás del camino. Fue increíble», relata el corredor de Foios.

Para él realizar este reto lo ha sido todo. «Me han pasado cantidad de aventuras. Eso sí, no tiene nada que ver con el reto que realicé al año pasado en el Camino de Santiago, pues aquí hay mucha menos gente. Ha sido más solitario, más íntimo», confiesa.

Gastroenteritis y tormentas

El camino no ha estado exento depeligros. «Lo pasé francamente mal cuando me dio una gastroenteritis y se le sumaron a ella un par de tormentas que dificultaron mucho la carrera diaria. Pero otros días lo compensaba corriendo más kilómetros de los establecidos. De esta manera, lo he podido lograr, incluso con 50 kilómetros de más», narra.

El de Foios se fue preparado mental y físicamente para recorrer las montañas. Su punto y final fue en el Cap de Creu.

Ahora, ya está de vuelta en casa junto a sus familiares. Descansará, comerá y soñará de nuevo con calzarse sus zapatillas y volver a correr-volar. Seguro que en unos meses el atleta de Foios empieza a preparar otra de sus aventuras de una de sus mayores pasiones: correr, disfrutar y sentirse libre.

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