Pocos edificios públicos dan tanto de sí. El Ayuntamiento de Quart de Poblet ha inaugurado L’Estació de Quart, que así se llama por estar ubicada en la estación de Renfe de la antigua línea de cercanías. Es un espacio multidisciplinar que alberga el nuevo centro de información turística, una sala de exposiciones y el centro tecnología de Smart City. Además, la rehabilitación ha sido cofinanciada con fondos europeos (FEDER) y permitirá que el municipio conserve un lugar emblemático para los vecinos y vecinas. Los recuerdos de la gran mayoría de la ciudadanía giran en torno al paso del ferrocarril por el municipio.  

La historia de Quart de Poblet no sería la misma sin dos fechas que marcaron un antes y un después en la vida económica y social del pueblo. El 23 de mayo de 1889, a las once de la mañana, arrancó el tren inaugural de la línea de cercanías que unía Valencia con Riba-Roja de Túria. Ciento dieciocho años después, el 5 de octubre a las 22:20 horas, sus vagones salieron  por última vez de la Estación. 

Este tren de vía ancha era el paradigma del progreso. Para los pueblos agrícolas significaba comercializar sus productos con mayor rapidez, mientras que para los talleres de Quart de Poblet y Manises permitía recibir y enviar materias primas de forma inmediata para la industria cerámica y de azulejos. Sin embargo, con el paso de los años, las vías por las que discurría este tren del progreso se convirtieron en una barrera arquitectónica que estrangulaba el crecimiento de estas poblaciones y suponían un riesgo para las personas, siendo el origen de muchos arrollamientos. Era habitual cruzar las vías para ir a cualquier lugar del pueblo o jugar entre las traviesas. Ciudadanía y representantes públicos se unieron para exigir el soterramiento de las vías.  Juntos convocaron manifestaciones, sujetaron pancartas y exigieron el fin de las muertes por accidentes. Se constituyó la Plataforma Pro-Enterramiento y, gracias a la tenacidad y la capacidad de diálogo, se consiguió cambiar la idea de establecer un nuevo tranvía y se aprobó la prolongación de la línea 5 del Metrovalencia. 

Esta parte de la historia de Quart de Poblet quizá no la conozcan los nacidos a principios de siglo. Sin embargo, gracias a la rehabilitación y utilización de L’Estació como espacio multidisciplinar podrán descubrir, no solo cómo era la vida con el ferrocarril, sino también lugares emblemáticos y todas las actividades que ofrece su localidad.   

El espacio expositivo mostrará durante los próximos meses una serie de objetos e imágenes antiguas del ferrocarril. La mayoría han sido cedidos por la Asociación Valenciana de Amigos del Ferrocarril, mientras que otros son de la colección de Juan Luis Llop, cronista y vocal de Patrimonio de dicha asociación. Algunas son piezas únicas como el esbozo de Estatutos y el reglamento del Chemin de Fer Valence à Liria del año 1882. Otras son muy curiosas como luminarias, un quinqué de mesa de aceite, las tenacillas de interventor, su silbato, gorra o un reloj y una campana de pared. 

Los asistentes al acto inaugural se han llevado de recuerdo un trozo de historia: una reproducción exacta de los billetes de cartón Edmodson que se utilizaron en los primeros años del ferrocarril para poder viajar. Llop, maquinista que ha atravesado el municipio tanto por la superficie como por el subterráneo, ha fechado y taladrado los billetes con una compostor original. 

 

El punto de información turística organiza visitas guiadas gratuitas para que vecinos, colegios y turistas conozcan los lugares más emblemáticos y la intensa actividad del municipio. 

Se podrá bucear en los elementos patrimoniales culturales, hídricos y naturales que ofrece, por ejemplo, la Ruta del agua, algunos de ellos catalogados Bien de Interés Cultural (BIC) como la Acequia de Mislata o la Cisterna medieval.   

  

El turista también podrá conocer el Parque Natural del Turia, donde se pueden contemplar nutrias, patos y tortugas o se adentrará en el casco antiguo en el que se encuentran algunos edificios modernistas locales y lugares icónicos de Quart de Poblet. La Ruta 36-39, la ermita de San Onofre o la Casa de la Cultura son otros puntos que las personas visitantes no se pueden perder.  

 

Además, Quart de Poblet es un lugar muy vivo y dinámico donde decenas de asociaciones organizan actividades que muchas personas, naturales o foráneas, desconocen. El turismo de proximidad, que se ha incrementado debido a la pandemia ha llegado para quedarse y permite descubrir las maravillas que nos rodean.  

 

El tercer servicio que alberga l’ Estació es el cerebro tecnológico de la smart city local. Gracias a las técnicas más innovadoras se consigue un municipio sostenible, digitalizado y ecológico al servicio de la ciudadanía que permitirá acceder a muchos de los datos que diariamente se recogen, ahora actualizados al minuto.  

 

Gracias a la implantación de la tecnología, el Ayuntamiento puede saber la calidad del aire, realizar estadísticas de los datos recogidos y gestionar las plazas de aparcamiento. Tambien permite la monitorización del riego por goteo de manera que se distribuye el agua según las necesidades de cada área, por lo que se optimizará el uso hídrico. Esto permitirá, por ejemplo, que si un día ha llovido el riego no se active.  El alumbrado domotizado LED con equipos para la monitorización permitirá de igual forma que las farolas solo se enciendan cuando sea necesario con el consiguiente ahorro energético. 

En definitiva, el centro smart city consigue mejorar la calidad de vida, la competitividad y la eficiencia en los servicios urbanos. Con esta nueva sala de control el municipio ha centralizado las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en un edificio que une pasado, presente y futuro.