Durante décadas, encarnó la figura del profesor de música de Torrent además de ser el fundador del conservatorio. Y ahora, la ciudad sigue recordando cada año a Vicent Galbis, con la entrega de los reconocimientos que llevan su nombre, al alumnado del centro.
Por ello, el conservatorio acogió la XX y la XXI ediciones de los Premios Vicent Galbis para galardonar a alumnos y alumnas de todos los instrumentos y de canto que hayan obtenido en la fase de centro el premio Profesional de Música. Este año se celebraron conjuntamente dos ediciones, ya que la anterior edición había quedado aplazada por la pandemia.
Así, en la XX edición del Premio de Interpretación Musical ‘Vicent Galbis’ se otorgó el primero a Miguel Barberá López, percusión; segundo premio a Belén Clari Clari, violín; y tercer premio a Antonio Cruzado García, clarinete. Además de los tres primeros, se entregaron también los Premios y Menciones Profesionales de música del curso 2019-2020.
Siguió después la entrega de premios de la XXI edición, con el reconocimiento a los jóvenes que se distinguieron por su habilidad en la interpretación: primer premio, Yoel Miñana Tornero, violoncello; segundo premio, Angelina Martínez Tamaya, clarinete; y tercer premio, Vicent Ribera Pérez, trombón. Los Premios y Menciones Profesionales de música del curso 2019-2020 se entregaron también en este mismo acto.
La ceremonia contó con la presencia del alcalde Jesús Ros y la concejala de Educación, Patricia Sáez, así como otras personalidades de la sociedad torrentina vinculadas a la música y la cultura.
En su alocución, Ros hizo hincapié en la labor que estos centros de enseñanza realizan con el alumnado, y destacó «la relevancia dentro del ámbito musical de premios como este que estimulan el talento de jóvenes músicos para llegar a ser grandes profesionales». Por su parte, la directora del centro, Fani Blanch, agradeció la colaboración del ayuntamiento.
La jornada se cerró con las interpretaciones musicales que ofrecieron los dos ganadores del primer premio: Miguel Barberá, quien transcribió con su vibráfono el «Impromptu Op.90 nº 3», de Schubert; y Yoel Miñana, que eligió la «Rapsodia Húngara», de D. Popper, para ofrecer un concierto de violoncello, acompañado de la pianista de Pilar Navarro.