La plataforma «Stop Gasolinera Rocafort», integrada por residentes de las urbanizaciones de Santa Teresa y la Bonaigua, acudirá a los tribunales para intentar paralizar las obras de construcción de una gasolinera próxima a estos núcleos, que comenzaron la semana pasada.
El vecindario afectado ha anunciado que presentará un recurso contencioso-administrativo después del «cambio de actitud» mostrado por el gobierno municipal. Si bien en febrero el consistorio, con Ciudadanos en la alcaldía, sí aceptó el recurso de reposición contra la aprobación de la concesión de licencia urbanística y medioambiental para construir una gasolinera y la paralizó, ahora el actual gobierno, con el Partido Popular en al frente, ha rechazado el recurso e inmediatamente ha dado la licencia para comenzar las obras, alegando que el informe de los técnicos es positivo.
Los vecinos, que actualmente están llevando una campaña de ‘crowdfunding’ para para poder pagar los 4.500 euros que cuestan los servicios jurídicos, alegarán ante el juez la nulidad de las licencias concedidas para la construcción de la gasolinera. «Además, hemos solicitado la suspensión de la eficacia de la licencia para que no se inicien las obras, evitando de ese modo que haya un perjuicio para los vecinos y también para el propio ayuntamiento, si finalmente la administración y la justicia nos dan la razón en nuestros planteamientos», señalan desde la plataforma, quienes lamentan que ya se hayan iniciado los trabajos con un coste que, en el caso de que el juez anule la licencia, «seguro que la empresa va a querer recuperar y se lo exigirá al consistorio, al final afectándo a toda la población de Rocafort».
La principal causa que alegan la plataforma para paralizar la construcción de la gasolinera es la incompatibilidad del uso del suelo, que está catalogado como terciario comercial, no apto para un área de servicio. «Sin embargo, desde el ayuntamiento han intentado darle la vuelta diciendo que es un comercio al por menor de carburante, ya que también han pedido licencia comercial para la tienda que siempre existe en este tipo de instalaciones», dicen.
«Incumplen la distancia»
Los vecinos también esgrimen que no se ha respetado la distancia mínima de 500 metros de suelos calificados como residenciales, dotacionales educativos o sanitarios, según la disposición adicional décimo segunda de la Ley 5/2014 OTUPCV, ya que la parcela donde se está construyendo la gasolinera a «se encuentra pegado a un terreno pública de uso deportivo y a 300 metros del parque de la Boniagua, un paraje con árboles y donde los niños van a merendar y jugar. Esto no se puede entender», afirman.
Desde la plataforma aseguran que van a llegar «hasta donde haga falta» para intentar que la construcción de la gasolinera no siga adelante. Se prevé que las obras para esta estación de servicio de 1.542 m2 duren 24 meses. El proyecto incluye una estación con tres isletas de surtidores y un área de limpieza provista de un puente de lavado, tres boxes de lavado a presión y una sala técnica que albergará los equipos. También se dispondrá de una zona de aspiración. «Esperemos que prime el bienestar general de los residentes frente a los intereses particulares de una multinacional», desean.
