El Ayuntamiento de Manises ha licitado la redacción del proyecto de remodelación de la piscina cubierta, de forma que se pueda reconstruir y reabrir la instalación lo más pronto posible. La intervención se puede hacer después de que a finales de 2020 se aprobó en sesión plenaria liquidar el contrato de concesión con la empresa gestora. El complejo cerró en marzo de ese año por la explosión de la pandemia.

El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Manises, Guillermo Martínez, ha explicado que con el proyecto que se redactará los próximos meses “resolveremos todos los problemas que había arrastrado la piscina durante los 14 años que estuvo en funcionamiento”.

“El deterioro tan acelerado que sufrió no es común para una instalación que estaba tan poco tiempo abierta, especialmente si la comparamos con municipios de los alrededores”, ha añadido el concejal, quien ha insistido en que “los que la construyeron y se encargaron de la gestión durante los primeros nueve años tendrían que dar explicaciones a la ciudadanía”.

Actualmente ya se está redactando un estudio para valorar cuáles son las mejores condiciones para su gestión después de la reapertura, de forma que se puedan mejorar los servicios deportivos que se prestan a los ciudadanos y ciudadanas y garantizar la sostenibilidad de la instalación.

“Se trata de un proyecto de gran envergadura que empieza ahora con la licitación de la redacción del proyecto para después licitar las obras y, posteriormente, designar la gestión del servicio, por lo tanto, es un proceso largo pero que beneficiará a la ciudadanía”, ha añadido por su parte el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Manises, Rafael Mercader.

Inaugurada en 2006

La piscina cubierta de Manises se inauguró el 2006 ya con deficiencias estructurales y gestionada por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) con un contrato de 20 años que establecía que la empresa era la encargada del mantenimiento. Durante los años posteriores a la puesta en marcha, se tuvo que pagar un reequilibrio económico a la empresa gestora puesto que era un negocio poco rentable.

Como las deficiencias de las instalaciones continuaban, en 2019 el Ayuntamiento mantuvo varias reuniones con la empresa gestora para reclamar responsabilidades sobre el mantenimiento de la piscina. Los usuarios y usuarias han presentado reiteradas quejas en el ayuntamiento por el mal funcionamiento y la mala gestión desde la apertura de la piscina. A finales de 2019, tal como informó Levante-EMV, un grupo de personas recogió numerosas firmas para denunciar el mal estado de la instalación. En marzo de 2020 se cerró la piscina a causa del estado de alarma por el coronavirus y ya no se ha vuelto a abrir.

Finalmente, el 15 de diciembre de 2020 se aprueba en sesión plenaria resolver de mutuo acuerdo el contrato de gestión con la concesionaria y liquidar el contrato de concesión para poder dar una salida favorable a la instalación deportiva.

2021 es el año durante el cual, una vez la empresa ha salido, los servicios municipales contratan dos empresas especializadas para verificar del estado de las instalaciones y valorar técnicamente el cumplimiento de las normativas.

Los datos recogidos confirmaron los presagios de los técnicos municipales sobre el estado lamentable y deficiente de las instalaciones, pero han permitido establecer el punto de partida y el alcance para la redacción del proyecto que hoy ha salido a licitación. Dentro de unos meses tendremos una valoración concreta de la intervención aunque el equipo de gobierno ya trabaja para buscar la financiación de unas obras previstas para principios de 2023.