La entidad vecinal Ramón y Cajal de Torrent, una de las dos que opera en el barrio de la ermita, ha decidido abandonar la Federación de Asociaciones Vecinales, Barrios y Urbanizaciones (Favbur), a la que pertenecía desde su nacimiento, al vetar la organización que forme parte de la junta directiva un concejal del Partido Popular.

La AVV Ramón y Cajal, nacida hace pocos años en el también llamado barrio del Alter, tiene entre sus dirigentes al edil José Gozalvo, que es miembro del grupo municipal del PP y persona de confianza de la portavoz, Amparo Folgado. De hecho, este cargo público fue uno de los fundadores de la asociación y es un activista por las mejoras del barrio.

Por este motivo, la federación acordó en su junta directiva hace meses emitir un requerimiento a Ramón y Cajal, al que ha accedido Levante-EMV, en el que se le recriminaba que estar “incumpliendo la legalidad al tener un concejal electo” en su directiva. Favbur aludía tanto a la Ley de Asociaciones como a sus propios estatutos, en los que se indica que las asociaciones no pueden tener fines políticos.

Por ello, Favbur suspendía “toda la actividad” con Ramón y Cajal, “hasta que se resuelva este conflicto y se restablezca la normalidad”. El escrito llegó a la asociación del barrio de la ermita donde se estudió el asunto a través de una consulta jurídica. “Nos indicaron que nosotros no estamos incumpliendo ninguna ley”, explica el presidente Francisco Ortí. Por ello, decidieron seguir con la estructura de junta directiva que tenían.

Ortí explica además que este es “solo uno de los motivos” por lo que la AVV Ramón y Cajal deja Favbur. Los otros tienen que ver con “malas relaciones personales” entre dirigentes de ambas organizaciones ciudadanas y también con el poco apoyo que consideran que han recibido en este proceso de varios años de acciones y movilizaciones para lograr un plan integral para el barrio.

El concejal José Gozalvo. L-EMV

Por su parte, el concejal afectado, José Gozalvo, indica que "la ley de asociaciones no dice que un concejal no pueda estar en la directiva de una asociación” y además esgrime un certificado de compatibilidad que ha emitido el secretario del Ayuntamiento de Torrent. “No obstante, si la asociación hubiera decidido seguir en Favbur y mi condición de miembro de la dirección lo hubiera impedido, yo habría renunciado porque puede seguir ayudando y trabajando por el barrio”, indica el concejal popular.

Denuncia en el registro

La marcha de Ramón y Cajal no ha zanjado, por completo, el asunto. El presidente de Favbur, Pascual Castro, insiste en que “no es ético políticamente, no jurídicamente”, que Gozalvo esté en la directiva, atendiendo al espíritu de la Ley de Asociaciones y de sus propios estatutos. “Vamos a informar de esta situación al registro de asociaciones de Torrent y el de la Generalitat Valenciana”, avanza.

Por su parte, la asociación del barrio de la ermita consumó ayer su salida de Favbur y acordó formar parte de la otra organización histórica de la ciudad, la Federación de Asociaciones Ciudadanas (FAC). “No es que dejemos una y nos vayamos a la otra. Con la FAC ya estábamos en contacto antes porque es compatible estar en las dos federaciones pero, por la pandemia, no había sido posible oficializarlo”, indica.