Albal ha concluido las obras del proyecto integral de semipeatonalización de su casco antiguo, que convierte esta zona, en un espacio cien por cien accesible, la zona se ha abierto al tráfico y este mismo lunes, las paradas de alimentación del Mercado ambulante vuelven a ocupar sus tradicionales calles. Quedan algunos detalles por completar, según ha explicado el Ingeniero Municipal Óscar González, como son los elementos de alumbrado y jardinería cuyos trabajos concluirán a finales de este mes.

Las paradas del mercado de Albal volverán a su lugar habitual el lunes. A.A.

La segunda fase del proyecto ha afectado a las calles Lluna, Massanassa y Mercat y ha contado con una inversión total de 324.280 euros, procedentes del remanente de tesorería del presupuesto municipal de 2020, una actuación enmarcada en la remodelación integral de todo el centro histórico, de la localidad gobernada por Ramón Marí y cuyas obras comenzaron a ejecutarse en 2018. 

El alcalde Ramón Marí ha visitado este viernes la zona donde ha explicado que la inversión total ha sido casi un millón y medio de euros. "Conseguir la accesibilidad total del entorno donde se enclava la torre árabe del siglo XI- monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2002- el Mercado Municipal y la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, era una prioridad" y añade que "se ha asegurado la accesibilidad universal, hemos reducido la velocidad de circulación de los vehículos, y damos protagonismo al peatón frene al coche". 

“Prestigiar la zona mediante su modernización, ampliar las estrechas aceras por las que resultaba difícil transitar y poner en valor la zona histórica y monumental ha sido una prioridad y un compromiso de mi gobierno”, explica el alcalde

Un proyecto de premio

La política de movilidad desarrollada por el Ayuntamiento de Albal en el proyecto urbanístico de semipeatonalización del centro histórico fue puesta en valor por la Conselleria de Obras Públicas, Transporte y Movilidad Sostenible que galardonó esta política municipal, con la máxima distinción, en la IV edición de los Premios de la Semana Europea de la Movilidad de 2019. En todas estas actuaciones prima el peatón frente al vehículo, se ha contado con diversas valoraciones técnicas de la Policía Local, el Departamento municipal de Urbanismo y de expertos, así como de la ciudadanía que ha hecho llegar al consistorio sus sugerencias sobre la reordenación y ejecución en el centro histórico. 

Las vías cuentan con restricciones al uso comunitario y son solo de acceso para los residentes, se ha prohibido el aparcamiento en algunos tramos para que, en caso de emergencias, se posibilite la entrada de los Bomberos y ambulancias. Se ha introducido vegetación autóctona que da sombra, se ha incrementado la dotación de mobiliario urbano, se ha mejorado la iluminación y se han disminuido los históricos problemas de evacuación de lluvias, así como las barreras arquitectónicas en un barrio donde mayoritariamente, residen personas mayores.

La primera fase superó el millón de euros y comenzó por la vía más antigua de la población, la calle Sant Antoni donde residen unas 60 familias y continuó por Juan Esteve, Cronista Jesús Emilio Hernández, Julio Nebot, Carrer Llarg, Santa Anna-Sant Blai y las plazas del Santísimo y de La Torre. La nueva calle Sant Blai-Santa Anna pasó a ser de sentido único y su nuevo pavimento ha reducido la sonoridad al paso de los vehículos. Ha renovado la red de agua potable e hizo posible la eliminación de la barrera de contenedores que había frente al mercado municipal que restaba visibilidad a uno de los edificios más singulares que tiene esta zona del pueblo.