Mislata, el municipio con mayor densidad de población de España. En apenas dos kilómetros cuadrados de superficie residen más de 44.300 personas. Su parque móvil supera las 25.000 unidades. Reducido término municipal, muchos vecinos y un buen número de coches forman el cóctel perfecto para que el estacionamiento en las calles de Mislata se haya convertido en los últimos años en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, tenor de los resultados de distintas encuestas municipales.
Por este motivo, desde hace más de una década, el consistorio ya ido implementando distintas acciones para facilitar el estacionamiento. La primera de ellas fue habilitar una serie de aparcamientos subterráneos en varios puntos de Mislata. Si bien su municipalización acaba de cumplir su décimo aniversario, su construcción se remonta a varios años antes y la operación acabó en los juzgados.
Fue en la etapa del PP. Lubasa abandonó los tres aparcamientos públicos que explotaba por su escasa rentabilidad y dejó a medio hacer un cuarto. En 2009, concesionaria y ayuntamiento pactaron la liquidación del contrato, en la que el consistorio abonó a la mercantil 16,7 millones. Con la llegada a la alcaldía de Carlos F. Bielsa, se aprobó por pleno la declaración de lesividad del acuerdo, además de llevar el caso al Juzgado, que se resolvió en 2020, obligando a la mercantil a retornar a las arcas públicas 1,2 millones.
Paralelamente, en 2012 el Ayuntamiento de Mislata reabría los cuatro aparcamientos, ofreciendo un total de 1.425 plazas en régimen de alquiler. Actualmente Nemasa, empresa pública que gestiona los parkings, tiene activos 1.290 contratos, el 90% de ocupación, con planes y tarifas desde 27,90 euros al mes, con opciones de 24 horas, de día y de noche, y la alternativa de autorizar hasta 3 vehículos en la misma plaza.
El pasado mayo, el consistorio ponía en funcionamiento un aparcamiento público y gratuito para cerca de las 1400 plazas, tanto de turismos, motocicletas y vehículos accesibles; incluso hay espacios reservados para vehículos eléctricos. El recinto se encuentra, situado en la calle Hospital, cuenta con vallado, con control de acceso mediante barreras elevadoras y control de gálibo para los vehículos que estacionen y bajo videovigilancia las 24 horas del día. Se trata de uno de los primeros aparcamientos disuasorios de la comarca.
La iniciativa más reciente apenas tiene unos días
La tercera iniciativa para facilitar la odisea del estacionamiento en Mislata se puso en marcha hace unos días. Se trata de sistema compuesto por una red de cámaras de visión artificial que se han instalado sobre las farolas existentes y permiten distinguir la ocupación o no de los plazas en la vía pública. Además, se ha desarrollado paralelamente una APP descargable para que los usuarios puedan ver en tiempo real el estado de los espacios disponibles en la calle. A ello se suma que en el acceso por la calle San Antonio se ha instalado un panel luminoso informativo con los lugares libres disponibles.
Por el momento el proyecto piloto se encuentra en la calle Padre Llansol, aunque la intención es su desarrollo futuro en el resto del municipio. El objetivo es optimizar los trayectos en vehículo de los vecinos para buscar un aparcamiento y reducir los trayectos muertos y reducirán la contaminación de coches y furgonetas.
Conexión con la capital
Mislata cuenta con varias conexiones con València y los municipios de l’Horta a través del transporte público. Posee tres paradas de Metrovalencia, correpondiente a las líneas 3,5 y 9. También atraviesa la localidad la línea 150 del autobús metropolitano, que cubre el trayecto entre Manises, Quart, Mislata y varios puntos de Valencia hasta la parada del Mercado Central. Por último, el municipio se encuentra dentro de la red Mibisi, con una docena de estaciones de alquiler de bicicletas y compatible con las paradas en doce pueblos de la comarca y una intermodal en Nuevo Centro.
