La tristeza ha invadido el CEM Granja Julia, de Paterna. Catalina, la burrita que formaba parte de la colonia medioambiental, falleció ayer tras más de 25 años de estancia en el centro del Col·lectiu Joves de la Coma.

Tal como cuenta Luis París, la adquirieron hace más de 25 años a un profesor de Pego. Fue en la Feria de Sedrilles, a la que solían asistir cada año junto con Manolo Guillem ‘El Gallo’, conocido agricultor de Paterna y asesor de Granja Julia. “Íbamos allí a la feria, pasábamos el día, comíamos...”, relata. En una de esas visitas compraron a Catalina y a su hija Pepeta. “Nos trajimos a las dos, pero Pepeta murió hace quince años de una indigestión de naranjas”, recuerda.

Catalina no realizaba tareas agrícolas. “Era una más de la familia, comía con nosotros y se dedicaba a pasear a los niños y niñas que venían de visita a Granja Julia. En todos estos años habrá paseado a más de medio millar de escolares”, explica París. "Es uno de los ejemplos de la ética del cuidado que aplicamos en nuestro centro de día", apunta.

La burrita Catalina, con Manolo

El CEM Granja Julia está recibiendo decenas de mensajes de apoyo por la muerte de Catalina. “Tenía sus sentimientos y para nosotros ha sido un palo”, lamenta París. Ahora la burrita será incinerada, pero no podrán disponer de sus ceniza. “Estamos pensando en organizar un pequeño acto de homenaje con escolares y hacer un reconocimiento que sirva de muestra de respeto por todos los animales”, avanza París.

En cuanto al futuro, tienen en mente volver a contar con otra burrita, “sobre todo porque Manolo, el otro burrito, se ha quedado solo y está muy triste. Estos animales necesitan tener la compañía de otro de su especie”, dice.