La tan esperada apertura de la Alquería del Pi de Alfafar como centro de interpretación del arroz y oficina de turismo tendrá que esperar. Unos problemas de filtración de agua localizados una vez terminadas las importantes obras de rehabilitación, que superan el millón de euros subvencionadas con Fondos Feder, ha provocado que el consistorio tenga que invertir 250.000 euros en realizar la separación de aguas pluviales de las fecales del subsuelo, al comprobar que estas se vertían conjuntamente a la acequia que pasa por abajo y va directa a l’Albufera.

Fueron las fuertes lluvias de septiembre las que provocaron algunas pequeñas inundaciones en el entorno de la Alquería del Pi, por ejemplo en la rampa accesible de entrada, y también hicieron proliferar las primeras humedades. En ese momento, por orden del consistorio, se empleó una cuba para extraer el agua y la empresa realizó una serie de catas que determinaron que por abajo de la Alquería pasaba la acequia que recogía las aguas tanto pluviales como fecales, al no tener realizada la correspondiente separación, algo habitual en las zonas más antiguas del municipio, que ya se ha ido erradicando.

Charco en la rampa accesible para entrar a la Alquería del Pi de Alfafar. L-EMV

El Ayuntamiento de Alfafar decidió entonces sacar a licitación un proyecto valorado en 250.000 euros para separar las aguas pluviales, que sigan abocando en la acequia mientras que dirigir las fecales a la depuradora de Pinedo. Ya se ha cerrado el periodo de licitación, a la que se han presentado 10 empresas, y una vez elegida el consistorio prevé que se puedan comenzar las obras en un par de meses. “También aprovecharemos para acondicionar le entorno con alguna zona verde”, señala el alcalde Juan Ramón Adsuara.

El primer edil reconoce que el problema de la filtración de agua ha sido un gran contratiempo, “aunque de todas formas no hemos podido recepcionar la obra por un error cometido por la instaladora del ascensor, que había fallos en la maquinaria y tampoco era el modelo pactado”.

Pliegos para la explotación cultural y la cafetería

De todas formas, Adsuara señala que aunque aún no se podrá en marcha el centro de interpretación del arroz y de turismo, la Alquería del Pi se va abrir “a los colegios, para que conozcan el patrimonio, y se realizarán rutas”. Del mismo modo, el alcalde anuncia que pronto se sacarán los pliegos para licitar servicios como el de la cafetería o la explotación cultural, ya que hay varias entidades que se han interesado en poder usar este emblemático espacio.

Una camión cuba sacando el agua del entorno de l'Alqueria del Pi. L-EMV

Fuera de la lista roja de patrimonio

El Ayuntamiento de Alfafar culminó en la pasada primavera la restauración de la emblemática Alqueria del Pi, logrando sacarla de la lista roja de Patrimonio donde estaba colocada por su grave deterioro. El edificio, que se corresponde con la tipología de vivienda tradicional típica de la comarca de l’Horta Sud de los siglos XVII y XVIII, fue rehabilitado con un presupuesto de 1.126.913 € de los cuales 465.666 € pertenecen a los fondos FEDER y 661.246 € al consistorio y dirigidas por el arquitecto Javier Hidalgo Mora, quien ha logrado la recuperación tipológica del conjunto y la valorización de los sistemas constructivos y materiales histórico-tradicionales. Además, se incorporó al proyecto la recuperación de un mural decorativo, probablemente de finales del siglo XIX principios del siglo XX, que estaba oculto tras un tabique de ladrillo que trasdosaba uno de los muros de carga del edificio.

El PSOE pide explicaciones del retraso de la apertura

Fue el PSOE de Alfafar el que ya advirtió de los problemas de inundaciones que estaba sufriendo la Alquería del Pi. “En el pleno de octubre ya preguntamos como podía ser que la rampa accesible estuviera inundada en una obra recién hecha, sin obtener demasiadas explicaciones”, señala la portavoz Noelia García.


De hecho, la propia concejala publicó un vídeo en el Facebook de su Socialistas de Alfafar donde preguntaba al alcalde por qué no se abría de Alquería del Pi pese a que su rehabilitación ya estaba acabada y tenía que haber sido recepcionada la obra hace meses. “Si se va a usar como centro de interpretación del arroz y de turismo no vemos a nadie preparado para trabajar allí, y las puertas siguen cerradas para los vecinos de Alfafar”, señala Noelia García, quien cuestiona que este “sea el mejor uso para esta edificación “teniendo en cuenta las carencias que tiene el municipio en espacios que puedan ser usados por los vecinos y asociaciones”.