El juzgado de instrucción número 4 de Moncada ha dictado un auto de sobreseimiento de la denuncia por calumnias que presentó Rubén Rodríguez, exalcalde de Bonrepòs i Mirambell, contra Raquel Ramiro, actual máxima mandataria municipal. La querella estaba motivada por el caso de presunto acoso sexual de Rodriguez contra una trabajadora eventual y que acabó con la apertura de una comisión de investigación, cuyas conclusiones fueron remitidas a la fiscalía, y con la dimisión del socialista y su relevo por Ramiro.

En su escrito, el titular del juzgado recuerda todas las diligencias que se practicaron tras la denuncia de la trabajadora, por lo que “estamos ante un hecho que es noticia y de interés público, como es la dimisión del alcalde, que arrastra el hecho que lo motiva (la denuncia por supuesto acoso)”. En este sentido, el magistrado considera que “no existen elementos de prueba suficientes para concluir que los hechos sean constitutivos de un delito de calumnias”.

La chica se sintió "como arma arrojadiza y utilizada para fines partidistas"

Ahora bien, juez señala en su escrito que “si bien las diligencias practicadas y, fundamentalmente de la declaración de la denunciante, subyace, un perverso uso de la comisión de investigación, que no dio amparo a la presunta víctima, sintiéndose como arma arrojadiza y utilizada para fines partidistas; no es menos cierto que esa comisión de investigación, se abre por unos hechos que, con independencia del uso que se le diera, se abre por una denuncia que inquieta a la perjudicada, y que debía ser tratado”.

Aunque la sentencia no entra en el fondo del presunto acoso porque el proceso trata de dirimir su hubo calumnia, el propio Rubén Rodríguez hace una interpretación distinta y explica en sus redes sociales que si no se hubiera decidido a denunciar "y obligar a declarar a todas las partes implicadas, no se hubiera sabido la verdad”.

Así, el exalcalde asegura que la trabajadora “deja bien claro que no hubo acoso sexual” y que “se sintió decepcionada con la mesa de igualdad del ayuntamiento, que se sintió como arma arrojadiza, que fue utilizada por el propio equipo de gobierno para conseguir la dimisión del alcalde”. En este sentido, Rodríguez revela que “se extrapoló todo, que considera que estos hechos han sido una artimaña que atiende a cuestiones políticas. Cree que ha querido ser utilizada en un momento puntual y que se quería sacar rédito electoral. No tenía tanta importancia como le querían dar”.

El elxalcalde de Bonrepòs, Rubén Rodríguez

Por su parte, el equipo de gobierno socialista de Bonrepòs muestra “el respeto a las decisiones judiciales" ya que entiende que les han dado "claramente la razón" y "validado la actuación correcta" del equipo de gobierno y "en especial" de Raquel Ramiro. Así, el PSOE responde a Rodríguez, asegurando que en la sentencia “el juez refleja que la trabajadora declara que no encontró en la comisión la respuesta que ella esperaba". "La mesa de Igualdad realizó su trabajo a partir de la denuncia. La mesa de Igualdad recibe informes de la técnica de Igualdad, realiza una investigación de los hechos y está formada en su mayoría por los sindicatos y empleados del Ayuntamiento. En ningún caso se puede decir que fue usada o manipulada de forma torticera por nuestras compañeras y compañeros. Es una mesa para resolver denuncias laborales, no políticas”, añaden.

En este sentido, los socialistas lamentan que “a pesar de la extensión de la nota y de los muchos detalles que se aportan sobre el caso, no se aporta ningún argumento ni razonamiento que pueda llevar a la conclusión de que la mesa de Igualdad del Ayuntamiento de Bonrepòs i Mirambell fuera usada de modo irregular o espuria para obtener otros intereses”.

Una foto a la empleada desató la denuncia

El caso de supuesto acoso sexual del exalcalde de Bonrepòs contra una trabajadora tuvo su origen en una foto que hizo el propio Rubén Rodríguez a la chica sin permiso y que le envió por wasap con comentarios como “qué bien te queda, gracias por las fotos, apenas te veo desde arriba”. Ante esa situación, relata el juez, la empleada “se sintió incómoda y decidió denunciar los hechos antes la comisión de igualdad”. El exprimer edil asegura, en base al caso de calumnias que ha sido archivado, que “no hubo acoso sexual”.

Por su parte, los socialistas, que la pasada semana no quisieron entrar a valorar el archivo pero días después hicieron un extenso comunicado en sus redes sociales, tras hacer público el asunto el exalcalde, señalan que “sorprende que el sr. Rubén Rodríguez celebre que no haya acoso sexual, como se suele decir “excusatio non petita, accusatio manifesta" y apuntan al "malestar y sufrimiento experimentado por la trabajadora al recibir un mensaje de WhatsApp con una foto no deseada de ella misma y unos comentarios que valoraban su aspecto, en un entorno profesional y enviado por un superior jerárquico".

Los socialistas aseguran que la sentencia (la de calumnias) "realmente no entra a valorar este punto, ya que en este proceso era él quién denunciaba a la alcaldesa por calumnias y esta denuncia ha sido archivada y el juez no entra a valorar nada más respecto al caso encauzado por la mesa de Igualdad del ayuntamiento”. Así, sostienen que “parece que Rodríguez se centra en que no hubo contacto físico, en una interpretación ciertamente muy antigua de la igualdad entre hombres y mujeres. Porque una mesa de Igualdad no debe valorar sólo eso. ¿Se debe permitir que por ser mujer una trabajadora deba admitir que se le hagan fotos sin permiso y se le hagan comentarios sobre su aspecto físico? ¿Hubiera hecho el sr. Rubén Rodríguez los mismos comentarios y fotos a un trabajador masculino? Las mesas de Igualdad de empresas e instituciones están precisamente para velar por la erradicación de estos comportamientos sobre la mujer como objeto”.