Los presupuestos municipales para 2022 se han ido aprobando en goteo en la mayoría de ayuntamientos de la comarca de l’Horta, desde que en octubre se cumplió este trámite en Llocnou de la Corona (con un gobierno PP-PSOE, que incluye a los cinco ediles de la corporación) hasta que la semana pasada se aprobaron en Alaquàs (con mayoría absoluta socialista). 

No obstante, hay cinco municipios (de un total de 43) que todavía no han aprobado sus presupuestos de 2022 (algunos de ellos los tienen varios ejercicios prorrogados), como son Puçol, Massanagrell, Moncada, Godella y Tavernes Blanques. En la mayoría de los casos son las situaciones de minoría en el gobierno las que lo impiden.

En Puçol, el gobierno conservador que preside Paz Carceller (PP) arrancó con un cuatripartito que integraba también a Ciudadanos, PURP y Vox. Pero en 2021, el edil de ultraderecha abandonaba el ejecutivo tras de diversos encontronazos con sus compañeros. Y meses más tarde, lo hacía el de Ciudadanos. La minoría en la que ha quedado el gobierno local tiene mucha dificultad para sacar adelante unos presupuestos.

En Massamagrell, donde el PSPV gobierna en minoría, el alcalde Paco Gómez ya no pudo sacar adelante las cuentas en 2020 mientras que en 2021 no llegó a presentarlas, por lo que funciona el de 2019 enmendado. «En este caso, preparamos un documento base consensuado con Compromís, y desde febrero lo estamos negociando con el resto», indica. Ambos necesitan una abstención del resto para sacarlos adelante. La comisión para estudiarlos se celebrará la semana próxima y la última semana de abril será el pleno.

En Moncada, solo se han aprobado presupuestos en este mandato en 2020, cuando el PSPV contó con el respaldo de Ciudadanos «para hacer frente a las consecuencias de la pandemia». Por ahora, están prorrogados. Con todo, el consistorio está en deuda cero tras las sucesivas liquidaciones con superávits.

En Godella también es la situación de minoría la que demora el debate en esta ocasión aunque el gobierno local sí que sacó adelante las cuentas en 2020 y 2021, y espera llevar en breve las cuentas al pleno.

En Tavernes Blanques, aunque el gobierno local dispone de mayoría absoluta, prefería esperarse a aprobar la liquidación de 2021 (lo que se hizo el mes pasado) para incorporar los cinco millones de remanente positivo a las cuentas de 2022, de forma que se asigne ese superávit a inversiones y servicios, tal y como tambié n ha hecho Alaquàs.