La Sociedad Protectora de Animales de Burjassot (SPAB), dentro de sus campañas de sensibilización, ofreció el pasado sábado por la mañana, en el Antiguo Mercado Municipal, el taller “Serpientes de Burjassot”. En la localidad, todavía se puede ver culebras u otras especies de ofidios reptar en la huerta o, accidentalmente, atrapados en espacios “lejos de casa”. ¿A quién le sorprendería ver esta clase de reptiles inmovilizados hasta morir en una red de plástico de un solar, en una alambrada o atropellados en la rampa de un garaje? Algunos se salvan.

Para impartir el curso –que contó con la asistencia de una representación municipal encabezada por el concejal de Bienestar Animal, Juan Manuel Hernando–, la Protectora invitó al biólogo y responsable del proyecto conservacionista “Cazaserpientes”, Carlos Martínez, también conocido en el ámbito animalista por su colaboración altruista con protectoras y consistorios en labores de rescate de especies de la variada fauna autóctona, sobre todo ofidios –“tan estigmatizados”–, para la inmediata atención y posterior reubicación a su medio natural.

El biólogo durante el taller “Serpientes de Burjassot”. V. Ruiz

A lo largo de la sesión, desde su experiencia –lleva más de 25 años trabajando en iniciativas de protección animal– el biólogo de Paterna Charly ‘Cazaserpientes’, ese es su nombre de batalla, hizo una aproximación a las características de las serpientes, explicó “cómo identificarlas, cómo actuar ante su presencia”, y propuso “dejar atrás prejuicios, falsos mitos y leyendas urbanas” acerca de las connotaciones peyorativas que pueda generar el término ‘serpiente’. Como dicen en la SPAB, “las serpientes también son nuestras compañeras de viaje”.