Las intensas lluvias del pasado mes de mayo, no solo provocaron inundaciones imprevistas y la subida del nivel freático, con la consiguiente afección a edificios, sino que también han supuesto una pequeña catástrofe en el Parc Natural del Túria. Desde entonces, diversos cauces que pertenecen a esta delimitación, especialmente el del barranco de Serra, están cubiertos de las contaminantes toallitas. El asunto ha provocado que las entidades ecologistas de la zona alcen la voz y reclamen una solución tanto inmediata, de limpieza, como estructural.

El problema se produjo porque, ante las fuertes lluvias del 3 de mayo, la red de fecales que va a parar a la depuradora de la ciudad no pudo suportar la presión y, para evitar que colapsara, se aplicó la medida prevista para estos casos: utilizar como aliviadero «un deteriorado colector» que pasa por el barranco de Serra. Por ello, todo el vertido de fecales y otros residuos que tenían que ir a parar a la depuradora, fue a este cauce y también se esparció por otros puntos del espacio natural. Más de un mes después, las toallitas siguen acumuladas en diferentes barrancos.

Ante la situación, la primera entidad en dar la alerta ha sido la Aliança per l’Emergència Climàtica de Paterna, l’Eliana y San Antonio de Benagéber. A la vista del desastre, sus representantes avisaron al departamento técnico municipal de Paterna, donde se les comunicó que «tomaban nota y trasladaban la denuncia al departamento correspondiente». Pero pasadas unas semanas, y viendo que no se ponía solución, la Alianza hizo una segunda denuncia, esta vez por escrito, también al órgano responsable del ayuntamiento. «Esta vez no hemos recibido ninguna respuesta ni hemos visto ninguna acción por parte del ayuntamiento para solucionar el problema», critican, además de recordar que este problema «ha sido denunciado a lo largo de estos años por diferentes entidades de Paterna» y al final implica que el bosque de la Vallesa se llene de suciedad, afectando al paisaje y siendo una amenaza para la salud pública».

De forma paralela a este proceso, la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria contactó con la depuradora, que depende de la Generalitat Valenciana, para reclamar una explicación. Con el organismo, el grupo acordó enviar un informe con fotografías de la situación un mes después.

Toallitas en el barranco. L-EMV

«Sabemos que la mayoría de ciudades tienen un problema porque no tienen separada la red de pluviales de la de aguas fecales, derivado de la forma en que, en otras décadas, se urbanizaba, sin tener en cuenta esta necesidad ni tampoco las lluvias torrenciales de nuestro clima. Y ello supone que, ante los fuertes episodios, la red colapsa. También sabemos que la solución de crear una doble red es costosísima en el tiempo y económicamente. Pero también es cierto que el colector que sirve de aliviadero está muy deteriorado desde hace décadas y se hay que encontrar una solución rápida en el tiempo», explica María Zaragozá Mayoral, desde la coordinadora.

Este organismo trasladó ayer el problema a la Asamblea General de la Asociación de Municipios Vinculados al Parc Natural del Túria, que se celebró en Riba-roja, a través del directivo Javier Belmonte. «Este asunto es generalizado en diversos pueblos como l’Eliana o San Antonio de Benagéber, además de Paterna, por lo que se ha de buscar una solución. Y cuando se produce el problema no hay coordinación suficiente entre las administraciones implicadas. ¿Quién tiene que limpiar eso ahora? ¿la dirección del parque natural? ¿la Confederación Hidrográfica del Júcar, que es la titular de los barrancos? », indica Belmonte. La asamblea acordó impulsar una comisión en la que estén representadas todas las administraciones y los ayuntamientos, para buscar un protocolo de actuación en esos casos.

Por su parte, la Alianza focaliza el problema en el Ayuntamiento de Paterna al considerar que «estos vertidos ocurren por el mal funcionamiento de las instalaciones de la empresa mixta Aigües de Paterna (de titularidad mayoritariamente municipal)». «Además, se da la agravante que los vertidos se producen dentro de un parque natural, un espacio natural protegido el valor medioambiental del cual se ve comprometido por estos vertidos», inciden en esta entidad ecologista.