«Son décadas pidiéndolo, pero nadie hace caso, y basta ya, ¿cuántos más tienen que morir?», es el sentir de uno de los muchos vecinos de Alfafar que ayer por la tarde se sumó a la concentración organizada por el Ayuntamiento de Alfafar para reivindicar el soterramiento de las vías y la eliminación del paso a nivel, tras el arrollamiento por un tren de Cercanías de la Línea València-Silla, que se produjo a primera hora de la mañana y que le ha costado la vida a un vecino de Alfafar, V.A., de mediana edad.

El paso a nivel se ha convertido en un elemento familiar para los vecinos del entorno. Tanto, que la bajada de barreras, más el sonido y el semáforo en rojo que alertan del paso del tren, no impiden que por allí sigan cruzando personas de avanzada edad, jóvenes con los cascos puestos y mirando el móvil o incluso padres con carros con bebés, haciendo increíble pensar que no se produzcan más accidentes. «Esto es peligrosísimo, la gente está acostumbrada y, como sabe que entre que bajan las barreras y pasa el tren, hay un tiempo, cruzan sin pensar en el riesgo», señalaba Covadonga, que se encontraba hablando con Vicente del suceso que ha conmocionado a la localidad. «Y no sólo la gente, también los coches. Cuando pasan trenes de mercancías, que son super largos, te puedes tirar más de quince minutos esperando y la gente se pone muy nerviosa», expresaba, después de que una furgoneta se atreviera a cruzar cuando se estaban bajando las barreras pese a la señales acústicas. Otra mujer, Faraya, que acababa de pasar con sus dos hijos pequeños de la mano, aseguraba asombrada: «Solo llevo siete días aquí en Alfafar y me ha sorprendido ver como la gente cruza sin respetar las barreras».

Isidora reconoce que su hijo, desde muy pequeño, le ha tenido que enseñar a su nieto la necesidad de respetar el semáforo rojo y la bajada de barreras. «Ahora estamos de vacaciones escolares, pero justo al otro lado de la vía hay un colegio y todos los días pasan multitud de niños. Esto es un sinvivir», se queja. Sin embargo, la mayoría de vecinos de la zona, están resignados, como José Antonio. «Llevamos pidiendo la eliminación del paso a nivel y el soterramiento de las vías no sé ya cuánto tiempo y no hacen nada ni van a hacer nada. Ahora dicen que iban a poner las pantallas acústicas. Eso no sirve para nada, lo que queremos es que quiten las vías, que quieras que no hacen de barrera y dividen en dos zonas la ciudad», señala.

Gente cruzando el paso nivel haciendo caso omiso a las señales de no pasar . Francisco Calabuig

Una reivindicación ciudadana que hace suya también el gobierno local, dirigido actualmente por el popular Juan Ramón Adsuara. El primer edil lleva años reuniéndose con Adif, con la conselleria y con la Delegación de Gobierno solicitando la eliminación del paso a nivel y el soterramiento de las vías. Su última acción fue presentar alegaciones al Gobierno Central para reclamar que se incluya a l’Horta Sud en el soterramiento de la red ferroviaria de la capital, que forma parte del proyecto del eje pasante Norte-Sur de la Red Arterial Ferroviaria de València. Y ayer, el alcalde anunció una campaña de recogida de firmas, para la que pidió la colaboración de los municipios del entorno.

De hecho, el consistorio, junto a los ayuntamientos de Benetússer y Sedaví (la alcaldesa, Eva Sanz y alcalde José F.Cabanes, respectivamente, también acudieron ayer a la concentración), han propuesto la creación de una plataforma de afectados que incluye asociaciones vecinales con el fin de conseguir un proyecto que no separe a la capital de los municipios.

Otras soluciones, inviables

Adsuara lamentó el accidente mortal que demuestra una vez más que Alfafar «tiene uno de los pasos a nivel más peligrosos del país, y que no cumple con la normativa de movilidad ni acústica estipulada». En ese sentido, durante la manifestación, que también contó con la presencia de todos los miembros de la corporación municipal independientemente de las siglas políticas y en el que se leyó un manifiesto, el gobierno local pidió explicaciones a los tres entes implicados: Adif, el Gobierno Central y la Generalitat Valenciana. «Lo último que ha presentado Adif por solventar la controversia ha sido la instalación de unas pantallas acústicas. Esta medida, aunque bien recibida, no termina de solucionar el problema de contaminación acústica ni de infraestructura ferroviaria de los trenes», insiste Adsuara, De hecho no solo Alfafar, sino una docena de localidades de l’Horta Sud se opusieron.