La Unió Musical d’Aldaia (UMA) existe desde 1950 y, desde entonces, no ha parado de dar la nota. Recoge premios y en su pueblo tiene una tradición musical muy arraigada. Actualmente la banda cuenta con 75 personas, entre las que se cuentan varios profesionales que ejercen labores docentes en conservatorios de otras ciudades.

Hay mucha vocación, además de ser gente que hace de la música su estilo de vida. Sencilla, entregada y con ganas. No son muchos y cada uno de sus componentes tiene su historia detrás, pero el pueblo está orgulloso de que en Aldaia se tenga la oportunidad de escuchar música por las calles, gracias a las sociedades musicales con las que cuenta.

Amparo Comes, su presidenta, cuenta que para ella la música y su valor cultural van de la mano. Destaca que las bandas forman parte del patrimonio cultural desde no hace tanto y las define como «cultura andante». "No hay acto o celebración que no tenga una banda de música, y el músico de banda es amateur. Viene a desahogarse tocando un instrumento» añade Amadeo Guillot, director de la UMA.

Una apretada agenda

Pero para seguir construyendo ese valor cultural hace falta cumplir una agenda muy apretada. La UMA cuenta con el peso de gran parte de los actos que se celebran en Aldaia, como las fiestas patronales, las Fallas o los Moros y Cristianos. Y es tal su importancia que cuenta con festivales propios y realiza conciertos en el Palau de les Arts de València.

«Es tarea de los músicos hacer llegar a la gente que escucha esas historias que no tienen palabras», reflexiona Carmen, componente de la banda. Azahara, que compagina su formación en la UMA con el conservatorio (una situación habitual), es muy contundente: «La música para mí no es una disciplina u obligación, sino que al gustarme disfruto con ella».

Sin embargo, para algunos es más que una afición, es lo que les da para vivir, su economía. Aunque son momentos difíciles tanto para la cultura como para los artistas, ellos siempre sacan adelante su trabajo por la pasión que le ponen. Es por eso que, según comenta Carlos, trompetista en la UMA, «sin preparación previa en casa no puedes llegar a los ensayos semanales».

La música es algo más que ruido, sonido y notas en un pentagrama. Es cultura, es familia, es tradición, es fuerza, es dedicación y sobre todo, pasión, sin importar la edad que tengas.