La Fundació Horta Sud ha elaborado un nuevo diagnóstico, dentro de su plan Serà Horta Sud 2030, la iniciativa con la que pretende la reconstrucción de la comarca tras los efectos de la pandemia mediante el trabajo conjunto de asociaciones, instituciones y empresarial. En este ocasión, el documento se centra en el fomento del asociacionismo y fortalecimiento del tejido asociativo, así como promover iniciativas comunitarias.

El informe, bajo el nombre de ‘Serà Participació’, analiza el estado del asociacionismo en la comarca de l'Horta Sud y el papel de los varios municipios que la integran en la preservación y el fortalecimiento de las entidades sociales. Así mismo, el informe presenta diez propuestas de actuación concretas para los ayuntamientos, diez más para la Dirección General de Participación Ciudadana, cuatro para la Diputació de València y una para la Mancomunitat Intermunicipal de l'Horta Sud.

El informe destaca que en los municipios de l'Horta Sud existen 1.632 asociaciones, lo que deja una media 102 asociaciones en cada uno. Cabe destacar que el documento advierte de las dificultades que se ha encontrado para obtener los datos, recabados en 16 de las 20. Torrent lidera el ranking con 260 asociaciones, seguido de Manises (170), Picassent (152), Quart (150) y Paiporta (131) mientras que Sedaví tiene 26 y Beniparrell solo once.

Quart es el que más dinero destina

En este sentido, los consistorios destinan una inversión mediana del 2,07% del presupuesto municipal a las asociaciones. Entre los dieciséis municipios, destaca Quart de Poblet, que destina un 6,07% del presupuesto a las asociaciones (1,8 millones) y que es el segundo municipio con mayor porcentaje de asociaciones subvencionadas, un 65%. Solo Aldaia subvenciona a un porcentaje mayor de asociaciones en su municipio, hasta un 80%, aunque con una inversión menor, de un 1,76% del presupuesto municipal al asociacionismo (422.249 euros). Respecto a la inversión en asociaciones por habitante destaca muy por encima del resto Quart de Poblet, con 73,86 € por habitante destinados al tejido asociativo. Lo siguen Manises (15,92 €/hab. - 497.394 euros), Aldaia (13,11 €/hab.), Torrent (12,61 €/hab. - 1.059.040 euros) y Silla (10,91 €/hab. - 208.050 euros).

Peticiones a las instituciones

Como principales propuestas de actuación, Serà Horta Sud 2030 solicita en los ayuntamientos de la comarca la aprobación de una declaración institucional que reconozca el trabajo de las asociaciones como un “servicio comunitario esencial”, que las asociaciones pasan a formar parte de los gabinetes de coordinación con los ayuntamientos para la construcción del proyecto municipal, que se aplique el principio de subsidiariedad, que se reduzca la burocracia, que se dedique un mínimo el 5% del presupuesto municipal al refuerzo de la acción de las asociaciones con vocación de servicio público o la incorporación de cláusulas a la contratación pública que priorizan a las asociaciones no lucrativas. Así mismo, pide a la Diputació de València que se resuelvan las convocatorias de subvenciones antes del 31 de marzo o que, si se resuelven más tarde, se puedan ejecutar con un periodo mínimo de nuevo meses, para poder garantizar que las asociaciones tienen tiempos de planificar y realizar todas las acciones previstas.

Por último, el informe insta a la Dirección General de Participación Ciudadana a facilitar y poner al alcance de las asociaciones los locales de la Generalitat que están en desuso, incrementar la partida presupuestaria de las subvenciones para asociaciones o incorporar cláusulas específicas de subsidiariedad en la contratación pública, entre otras.

Una valoración “positiva pero no suficiente”

El director de la Fundació Horta Sud, Julio Huerta, ha expresado su alegría por el hecho que dos municipios que no habían aportado datos en 2021 -Alfafar y Sedaví- lo hayan hecho este año. Huerta ha querido poner en valor que, con estas nuevas incorporaciones “ya son quince de los veinte municipios de l'Horta Sud los que están implicados activamente en este proyecto conjunto de reconstrucción, validado por el Pacto Europeo por el Clima como estrategia adecuada para hacer frente a la emergencia climática” y que en un año “ha duplicado el número de indicadores” analizados.