Las reacciones al caso de Maribel, una vecina de Tavernes Blanques que denunciaba a este diario que tenía que ir hasta Alboraia por el arcen de la carretera con su silla de ruedas y no por la acera construida en enero al no tener rebajados los bordes a cota cero, no se han hecho esperar. Colectivos que aglutinan a las más importantes asociaciones de personas con discapacidad, tales como Cocemfe y Cermi, consideran indamisible que tanto el Ayuntamiento de València, organismo del que depende este tramo ya que está en su término municipal, como la Diputaciónde València, encargada de la obra, hayan permitido la construcción de una acera que incumpla la normativa vigente de accesibilidad y que pese a las quejas de esta vecina en el consistorio de la capital del Túria en febrero, sigan sin repararse las deficiencias.

Desde la Confederació de Persones amb Discapacitat Física i Orgànica de la Comunitat Valenciana (Cocemfe CV), su presidente, Juan Mondéjar, afirma que tras conocer el caso de Maribel, “nos preocupa que este tipo de situaciones sigan ocurriendo, porque por pequeños detalles que deberían haberse dispuesto en el proyecto inicial, se puede poner en riesgo a la persona con discapacidad”, señalan.

Es por eso que esta confederación se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Valencia para tratar de agilizar una solución. “Confiamos, además, en que las otras gestiones realizadas hasta la fecha por la persona afectada, a quien apoyamos en su reivindicación, se materialicen pronto en una intervención que arregle la situación”,, señalan en relación a la queja presentada por el marido de Maribel ante el buzón de sugerencias del Ayuntamiento de València en febrero. No fue hasta abril cuando le contestaron desde el Servicio de Coordinación de Obras en la Vía Pública y Mantenimiento de Infraestructuras del consistorio, informándole que ya ha sido vista la deficiencia, y que la misma sería reparada a la mayor brevedad posible, aunque a principios de julio la deficiencia sigue ahí. “ Además, no haber tenido en cuenta la accesibilidad desde el inicio del proyecto supone ahora un coste adicional para arreglar el error”, añade.

Maribel pone en riesgo su seguridad la tener que ir por el arcén de la carretera para ir de Tavernes a Alboraia. P.O.

Mondéjar, además, pone en énfasis en que sigan realizando infraestructuras urbanísticas sin tener en cuenta los rebajes de la acera a cota cero como marca la normativa actual. “Por casos como este, pedimos a los responsables de proyectos técnicos que tengan en cuenta la normativa de accesibilidad desde el inicio del proyecto, con el objetivo de optimizar los recursos económicos y evitar situaciones de peligro para las personas con discapacidad”, reiteran.

Un paso más allá ha dado también el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, cuyo presidente en la delegación valenciana, Luis Vañó, ha trasladado el caso de Maribel que ha conocido a través de Levante-EMV a la Defensora de las Personas con Discapacidad de València, una figura parecida al Defensor del Pueblo creada por el Ayuntamiento de València en mayo de 2021 y designada por el Consell Municipal de Persones amb Discapacitat, cuya misión es proteger y defender los derechos de las personas con discapacidad de la ciudad de València.

“Lamentablemente siguen pasando estas cosas porque hay muchos técnicos urbanísticos que cuando hacen los proyectos aún no tienen asimilado en su ADN la necesidad de contar con las personas con movilidad reducida”,

“Desde Cermi le hemos trasladado a la Defensora de las personas con Discapidad, Teresa Navarro, el caso para que ella automáticamente tome cartas en el asunto y se ponga en contacto con el servicio urbanístico correspondiente así como con la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valencia para agilizar la reparación de la acera que permita que ser usada por personas con movilidad reducida”, explica el presidente, Luis Vañó.

Vañó afirma que es “un error gravísimo” que una construcción de una acera nueva no contemple que los rebajes se realicen a cota cero, es decir al nivel del asfalto como marca la normativa actual, y se sigan realizando con la antigua normativa que mantenía un pequeño desnivel insuperable para las personas en silla de ruedas. “Lamentablemente siguen pasando estas cosas porque hay muchos técnicos urbanísticos que cuando hacen los proyectos aún no tienen asimilado en su ADN la necesidad de contar con las personas con movilidad reducida”, es por eso que desde colectivos como Cermi y Cocemfe, “no nos queda otra que seguir luchando para velar por los derechos de las personas con discapacidad”.