Después de que el 13 de julio el Ayuntamiento de Rocafort abriese la piscina tras varios días de cierre por no alcanzar los niveles de ph y cloro, el Partido Popular (PP) del municipio ha asegurado que el informe sanitario realizado días en días posteriores seguía “sin recomendar el baño”.

En el momento de la reapertura de las instalaciones, después de realizar un expediente sancionador a la empresa adjudicataria, desde el gobierno del municipio formado por PSOE y Ciudadanos defendieron que “tras realizar todas las actuaciones necesarias de mantenimiento, los parámetros de calidad de agua eran los óptimos para aperturar con todas las garantías y cumpliendo los niveles que nos exigía la normativa”. Asimismo, añadían que “pese a que en los días posteriores, se iban a seguir realizando operaciones específicas de mantenimiento, además de las rutinarias, hasta eliminar los restos vegetales que pudieran quedar, optamos por reabrir la piscina porque se dan las condicione”.

Así, los controles para asegurar la calidad del agua continuaron el 21 de julio, momento en el que se despertaron las sospechas de un nuevo cierre debido a las labores de análisis. Por otro lado, desde el ayuntamiento tranquilizaron a la población indicando que se trataba de una "inspección rutinaria", de manera que esa misma tarde la piscina se reabrió.

Sin embargo, la formación popular ha señalado este viernes que ese último informe sanitario “no cumplía con los parámetros de CLR exigidos en la normativa” y han asegurado que dicho estudio detallaba textualmente que recomendaban “no permitir el baño hasta normalización de los valores”.