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El músculo de la Cordà de Paterna

Más de 1.200 familias mantienen la tradición del fuego en Paterna organizadas en 21 peñas, que se agrupan en una federación y participan en la toma de decisiones sobre esta actividad a través de organismos municipales

Representantes de diversas peñas en el Cohetódromo, tras la tirada de Interpenyes. | L-EMV

Aunque desde hace varias décadas es el Ayuntamiento de Paterna el que asume el coste de la Cordà, que se celebra esta madrugada en la calle Mayor de Paterna, y de gran parte de los festejos pirotécnicos, además de licitar y contratar con las empresas (este año con un presupuesto anual de 350.000 euros), la tradición es posible gracias al amplio colectivo humano que la sostiene.

Carga de los cajones en el Cohetódromo. | L.SENA

Este tejido asociativo participa en la toma de decisiones a través del Consell Sectorial de la Cordà y la Comisión Técnica del Fuego. De ambos organismos emanan las directrices sobre seguridad y todos los protocolos que se aplican, en cuanto a prevención y en lo que se refiere a desarrollo de esta manifestación cultural.

El músculo de la Cordà de Paterna

También existe en Paterna la figura de Coeter Major, cargo que actualmente ocupa el veterano Vicent Pla, que ha participado en más de 50 ediciones de la Cordà y que es el maestro de ceremonias dentro de la calle Mayor y en las tiradas en el Cohetódromo (la estructura cerrada de hierro en el que se realizan exhibiciones en los días previos).

El músculo de la Cordà de Paterna

Pero además, en la formación para todos los sectores, en la educación de las nuevas generaciones y en la coordinación de algunos actos desempeña un papel fundamental la federación Interpenyes, que lidera Cèsar Andreu. Esta entidad simboliza el movimiento social de base en torno a la Cordà, que conforman más de 1.200 familias de forma directa.

Así, la capital de l’Horta Nord tiene hoy 21 peñas legalmente constituidas, de las que las más antiguas tienen tres décadas. El censo supera a las 1.200 personas, teniendo en cuenta que se inscribe una persona por familia. Menos de un 30% son mujeres.

Las peñas tienen actividad todo el año, a excepción del paréntesis de la fase crítica de la pandemia (entre marzo de 2020 y octubre de 2021) que mantuvo cerradas estas sedes. En los locales se guarda la indumentaria, con todos sus elementos, y se realizan los preparativos. Pero también son escenario de actividades más lúdicas.

La sede en una cueva

Las peñas son diversas en cuanto a su censo y recursos. Dos de las más potentes son Cohete Borracho y la Quasipenya. Un ejemplo es colectivo más pequeño es «Qualsevol Penya», que en 2023 cumplirá 30 años y uno de los cuatro que tiene su sede en una cueva, en este caso, situada en una de las callejuelas junto a la Torre.

El grupo ha acondicionado este espacio patrimonial con el paso de los años y hoy dispone de una recepción con una pequeña barra, un pequeño cubículo para jugar al futbolín, una zona para cocinar, un salón y una dependencia con taquillas para guardar cascos, guantes y otros elementos que se utilizan en la Cordà. Apenas 17 familias forman este colectivo, que tiene un presupuesto anual de 10.000 euros. Quince de sus socios y socias participa este año en la Gran Cordà.

Qualsevol Penya tiene instalado un futbolín en una de las dependencias de la cueva, que es su sede. Abajo, representantes de otra de las peñas, en el interior del Cohetódromo, con un cajón de los que se utiliza en las tiradas o en la Cordà.

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