Salvador Peris Dosaigües cocinó el mejor allipebre casero en el Concurso Internacional de Allipebre que se ha celebrado en el Port de Catarroja. En la 50 edición del prestigioso concurso han participado 150 personas para repartir más de 2.000 raciones.

Tras dos años obligados de parón, a consecuencia de la pandemia, la celebración realizada en l'Albufera congregó a miles de personas en el Port de Catarroja en el año en que el acto ya es fiesta de interés turístico autonómico.

El Ayuntamiento ofertó 150 plazas en el concurso, 30 más que en 2019, que se agotaron en tan solo dos horas. Los participantes han cocinado con la olla tradicional y han recibido de la organización las anguilas, la patata y la leña. Además desde la organización se han cocinado 2.000 raciones para las personas asistentes a un evento que ha llenado el Port de Catarroja. En total 300 kilos de patatas y de anguilas para dar a conocer el plato típico de la población de l’Horta Sud.

En torno a la fiesta del allipebre se han realizado toda una serie de actos paralelos que han contado con la participación de la Xicalla que ha ofrecido una representación de baile tradicional. De igual forma, se ha realizado la competición de barca a perxa, organizada por la Comunitat de Pescadors de Catarroja, que tuvo que ser aplazada la semana anterior por las fuertes lluvias durante la fiesta de la sega de l’arròs.

La representación institucional ha estado encabezada por el alcalde, Jesús Monzó y la Vicealcaldesa, Lorena Silvent, quienes han estado acompañados por sus compañeros en la corporación de Compromís y PSPV-PSOE. La representación institucional la han completado las dos vicepresidencias de la Diputación de València, Carlos Fernández Bielsa y Maria Josep Amigó, así como la Consellera, Rosa Pérez y el diputado, Joan Baldoví.

Por último, durante la semana, desde la concejalía de Fiestas se ha estado trabajando con intensidad para que el entorno del Port estuviera de manera óptima. Así, la carpa donde han comido los más de 2.000 comensales fue cubierta con grava para acabar con los charcos y se ubicaron lonas y toldos para garantizar que la fiesta se realizara como era tradición.