Tener dos siglos y medio de «vida» no es demasiado para un pueblo, pero si estamos hablando de la localidad más pequeña de España, con apenas 0,03 km, merece un reconocimiento. Y eso es lo que ha hecho Emperador, ¿cómo?, profundizando en sus orígenes y en su historia para confirmar su identidad como pueblo.
Aunque fue en 1985 cuando consiguió proclamar su independencia de Museos, vía judicial, localidad de l’Horta con la que se anexionó en 1978, aún siguen considerando a este pequeño pueblo de 698 habitantes como una pedanía. Para sacarse esa etiqueta de encima, el consistorio ha estado estos últimos cuatro años persiguiendo su historia y sus elementos patrimoniales que lo definan como un pueblo con identidad propia. En ese afán, el Ayuntamiento de Emperador encargó un trabajo de investigación a la Universidad de Historia y Geografía de Valencia, que fue presentado este sábado a todos los vecinos y vecinas por el decano Josep Montesinos y los investigadores que han participado. Durante el acto de conmemoración celebrado en el salón de actos de la casa consistorial, se desvelaron algunos de los detalles del origen de esta localidad y sobre todo de su fundador, Agustín Emperador en 1771, un comerciante del que ahora, gracias al trabajo de investigación, se ha sabido que era un Juan Roig de la época y que creó en Emperador algo parecido a una área comercial.
Fue este importante y adinerado mercader el que comenzó a instalar en 1760 varias fábricas y talleres, y ante la presencia de cada vez más gente, en 1771 obtuvo una licencia para edificar viviendas y una ermita -el único elemento patrimonial que aún perdura en la población-, tras lo que se construyó un palacio con torre y huerto y continuó levantando viviendas hasta superar la quincena. Es ahí cuando se marca el origen de Emperador como municipio, aunque el señorío no fue concedido hasta 1778 , debido a que tanto el concejo de Museros como el comendador de la Orden de Santiago se opusieron inicialmente y necesitó ser resuelto judicialmente. Sin embargo, justo cuando ya se podía iniciar el crecimiento del lugar, Agustín falleció y le sucedió su hermana Luisa Emperador, que amplió la ermita y en 1779 consiguió una real licencia para construir un horno de cocer pan. La población fue consolidándose paulatinamente y diversos registros apuntan a que ya, a principios del siglo XIX, vivían allí unas cuarenta familias desempeñando oficios de diversa índole, como tejedoras, labradores, horneros o maestros. En 1837, con la abolición de los señoríos, se constituyó en municipio independiente con la denominación de Venta del Emperador, que quedó más tarde en el actual nombre de Emperador. En 1978 se fusionó con el municipio anexo de Museros, de acuerdo con el Real Decreto 581/1978. Sin embargo, la presión social fue fuerte y en 1984 el Tribunal Supremo fallaba a favor de las reivindicaciones del pueblo, recuperando su independencia en 1985. Entre 2006 y 2009 casi duplicó su población debido principalmente a una promoción de doscientas diez viviendas que empezaron a entregarse en 2007, agotando así todo el suelo urbanizable del municipio y haciendo imposible su crecimiento.
Grabado de 1790
Además de presentar este trabajo de investigación, los vecinos y vecinas también podrán observar un grabado de Emperador del año 1790, que el consistorio, tras un proceso muy largo, ha conseguido adquirir a través de un mediador en una casa de subastas por algo más de 4.000 euros para poder así enriquecer su patrimonio.
También, hace apenas unos meses renovó su escudo oficial, con los requisitos del Consell Tècnic de Heràldica, que llegó a tumbar la nueva propuesta hasta en dos ocasiones.
«Tras cuatro años y después de pegar muchas patadas, no solo el trabajo del libro, también el escudo, que nos lo tumbaron dos veces, o la dificultad de adquirir el grabado, por fin hemos conseguido decir a los vecinos quienes somos y de dónde venimos. Ahora ya apareceremos en los libros de historia y en el catálogo de la Generalitat Valenciana con una identidad propia», señalaba el alcalde Alberto Bayarri (PP). El popular también participó en el homenaje ofrecido a los distintos primeros ediles con los que ha contado la población, como María Vicenta Ruiz y Francisco Gimeno Raimundo, ambos del PSOE, así como a los miembros de la justa gestora que logró la independencia de Museros en 1985.
Durante el mes de octubre también se realizarán diversos actos culturales que incluyen una exposición de fotos donadas por los vecinos, charlas como la de Isabel Balensiya, del club de historia de Puçol, o actuaciones musicales y teatrales para todos los públicos.
