Los grupos de la oposición con mayoría en el consejo de administración de la empresa municipal, Neinor, antes Egusa, tras la destitución del anterior presidente, han forzado la presencia de un mediador para dirimir las diferencias con la empresa y, sobre todo, garantizar una voz única ante los diferentes actores implicados para intentar reconducir la gestión en torno al proceso de negociación con al Grupo inmobiliario Mediterráneo Costablanca (GMCB) -que estaba constituido conjuntamente por Astroc (empresa originaria de lo que hoy en día es Quabit) y Rosal- en el PAI previsto en la zona de Port Saplaya.

Promoción de viviendas en Port Saplaya. L-EMV

En dichas negociaciones falta hacer efectivo el acuerdo con el acreedor de Egusa, antiguo GMCB, a quien se ha de pagar la deuda que asciende a 33 millones de euros, con los terrenos de Port Saplaya propiedad de EGUSA incluidos en el PRI aprobado para el sector, según el acuerdo transaccional aprobado por la Junta General.

Desde la mercantil, se considera que “el gobierno ha tenido un cheque en blanco durante años y no podemos estar dando tumbos siempre”. En cuanto a los negociadores, han mantenido que “hasta que la oposición pidió que fuera un representante no político, estaba llevando las riendas la anterior dirección de EGUSA”.

 

Por ello, han expresado los grupos d el aoposición -PP, Cs, Compromis, EUPV y Vox- “la necesidad de que sea alguien externo, que sea profesional y que sepa de lo que habla. Respetamos mucho a todos aquellos que han participado, pero vemos que se demora en exceso la resolución del asunto".