El Ayuntamiento de Burjassot, a través de la empresa pública Cemef y con la colaboración de las asociaciones de comercio, presentó una nueva campaña para la dinamización del sector. Halloween les guiñó el ojo, un año más, a tiendas y bares. No pocos establecimientos, como reclamo para atraer a la clientela, se pintaron de calabaza y negro. Incluso en farmacias y salones de estética se pudo contemplar, este pasado fin de semana, la imagen de cuidadas telarañas y de espectrales apariciones. Terrible.

Ruta halloweeniana por los comercios de Burjassot. Vicent Ruiz Sancho

Entre otras actividades, este año cabría destacar una ruta halloweeniana que dio a conocer las distintas zonas comerciales de la localidad con el objeto de poner en valor el buen trato y las ventajas que ofrecen sus negocios. La charanga Samaruc puso la banda sonora. No faltó a la fiesta el Mercado Municipal L’Almara. Durante el día acondicionó un espacio de talleres de manualidades para los más pequeños y a partir del anochecer, con sus “Nits al mercat”, preparó “cenas de miedo”. A nadie lo espantaron los precios.