Detenido por robar en los cepillos de la iglesia de La Asunción de Torrent

El delincuente, un toxicómano de 46 años, fue sorprendido dentro de la parroquia al saltar la alarma, con un botín de 150 euros en monedas

El detenido fue sorprendido dentro de la iglesia tras forzar los cepillos.

El detenido fue sorprendido dentro de la iglesia tras forzar los cepillos. / I. Cabanes

Los delincuentes, y más si actúan movidos por su adicción a las drogas, no respetan ni los lugares sagrados ni los donativos de los feligreses. Esto fue lo que ocurrió el pasado martes cuando un amigo de lo ajeno fue sorprendido en el interior de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Torrent robando el dinero de los cepillos tras forzar varios de ellos. El sistema de videovigilancia y alarma con el que cuenta la citada iglesia permitió alertar inmediatamente a la Policía Local de Torrent, y una patrulla que se encontraba en las inmediaciones arrestó al sospechoso antes de que éste pudiera huir.

El detenido es un hombre de 46 años, vecino de Paiporta y con problemas de toxicomanía. Cuando los agentes lo cachearon éste portaba un gran número de monedas. Una vez puesto a disposición de la Policía Nacional y hacer un recuento del dinero incautado, se comprobó que el botín presuntamente sustraído de los cepillos ascendía a unos 150 euros.

Los hechos ocurrieron en torno a las 21.10 horas del pasado martes cuando el sistema de alarma de la parroquia de La Asunción de Torrent detectó la presencia de alguien dentro de la iglesia estando ésta cerrada ya. Tras revisar las cámaras de seguridad el denunciante comprobó que había un hombre revolviendo varias zonas, entre ellas en los cepillos, en busca al parecer de dinero en metálico.

Tras alertar a la policía, agentes de la Policía Local de Torrent acudieron rápidamente y sorprendieron en el interior al presunto ladrón. El hombre, identificado como José Luis M. D., portaba los bolsillos llenos de monedas, en total unos 150 euros.

El sospechoso, con antecedentes policiales, fue arrestado por un delito de robo con fuerza ya que para apoderarse del dinero había forzado varios de los cepillos donde los feligreses depositan sus donaciones.