L'Horta Sud

Desalojan a dos mujeres en Torrent en medio de la tormenta

Teresa y su hija de veinte años se ven obligadas a dejar su domicilio tras una sentencia de divorcio

Las cosas de Teresa y su hija, en el pasillo de su casa, justo antes de que se ejecutara el desalojo

Las cosas de Teresa y su hija, en el pasillo de su casa, justo antes de que se ejecutara el desalojo / V.P

Violeta Peraita

Violeta Peraita

El pasillo estaba lleno de cosas. Un colchón, decenas de bolsas y cajas repletas de ropa, perchas, recuerdos y objetos de decoración. Había incluso cuadros, lámparas y almohadones. Una vez se abría la puerta del ascensor lo primero que se veía era una montaña de trastos que Teresa, su hija Sara (nombre ficticio) y cinco amigas iban sacando de la puerta de entrada al piso donde han vivido en los últimos años.

Lo hacían a modo de cadena humana. Con algo de prisa, así que se movían con agilidad. El motivo: a las 13 horas de este jueves estaba previsto ejecutar el desalojo de ambas del piso, propiedad del exmarido de Teresa.

Una fecha y una hora marcada desde hace unos meses que las dos mujeres temían que llegara. Y un día como el de este jueves, en el que llovía a cántaros en la capital de l'Horta Sud y los termómetros no subían de los 10 grados a medio día. Quedaba media hora y las dos estaban nerviosas por tener que retirar toda su vida en objetos de la casa, sacarla al pasillo y esperar a que las echaran por orden judicial. Esta noche dormirán en casa de la hija mayor de Teresa pero necesitan una solución a medio plazo.

Un proceso con sentencia de divorcio

El proceso de este desalojo comienza en 2019, cuando una sentencia de divorcio entre Teresa y su marido (Pedro, otro nombre ficticio) le atribuyó a él el disfrute de la vivienda (hasta el momento domicilio familiar y propiedad de él), donde viviría con su hija pequeña y menor de edad, Sara, que entonces tenía 17 años (ahora tiene 20), tal como relata la abogada de oficio de ambas mujeres a este periódico.

Las dos mujeres estuvieron toda la mañana del jueves sacando sus cosas de casa, mientras llovía a cántaros

Las dos mujeres estuvieron toda la mañana del jueves sacando sus cosas de casa, mientras llovía a cántaros / V.P

Él, sin embargo, en el momento del divorcio no residía en el piso familiar y no lo volvió a hacer. Madre e hija se quedaron en la casa y pidieron modificar el acuerdo para que legalmente se avalara su residencia allí. Después de presentar una demanda de modificación, se llegó a un acuerdo: Teresa y Sara se quedarían legalmente en la casa hasta el 30 de junio de 2022, cuando la hija acabaría sus estudios.

A pesar de ser dos mujeres vulnerables por su situación socioeconómica, al no tratarse de un problema de alquiler de vivienda, no se aplica el Real Decreto que reconoce los riesgos de la familia y, aunque han recurrido la orden que les obligaba a dejar el piso propiedad del ex marido, el juez ha desestimado ese intento. En noviembre se emitió un auto que les obligaba a cumplir la sentencia y desalojar el piso en el plazo de un mes. Si no, el 8 de febrero vendría el desalojo. Y así ha sido. "Aunque hay un recurso de apelación formulado para tratar de evitar este desalojo, no suspende la orden de la sentencia", explica la abogada de Teresa.

El ayuntamiento le dará una ayuda al alquiler

Teresa cobra poco más de 300 euros al mes y lamenta que no puede acceder a una vivienda en alquiler del mercado libre. Necesita ayuda. El drama de los cada vez más desborbitados precios del alquiler en las grandes ciudades merma la posibilidad de muchísimas personas de acceder a un derecho reconocido en la Constitución: el derecho a la vivienda.

"Emitimos un informe de vulnerabilidad, pero el juez ha desestimado el recurso"

El Ayuntamiento de Torrent, por otra parte, ha acompañado a Teresa durante todo el proceso. "Emitimos un informe de vulnerabilidad, pero es complicado porque el juez ha desestimado el recurso", explica el concejal de Servicios Sociales, José Antonio Castillejo. Ahora, explica, "estamos analizando la manera de que acceda a una ayuda al alquiler". Por ahora, hay una alternativa habitacional de urgencia, pues Teresa se irá a casa de su hija mayor. "Pero le proporcionaremos una ayuda de emergencia o al alquiler", señala Castillejo.