Cronología de un 'tsunami'

Los avisos previos a la tragedia en la rambla del Poyo: Cronología de un 'tsunami

El arroyo por el que apenas fluye agua registró la primera gran subida a las 11:40 horas en Riba-roja, lo que activó el aviso de la Confederación a Emergencias

A partir de las cinco el caudalímetro confirmó el ascenso imparable hasta que a las siete se perdió la señal: Pasaban entonces 2,2 millones de litos de agua por segundo

La brutal crecida de la rambla del Poyo

La brutal crecida de la rambla del Poyo

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

El barranco del Poyo bajaba el martes por la tarde con casi cinco veces más de agua que en cualquier gran riada anterior de la que se tenga constancia. En su pico más alto se llegaron a registrar exactamente 2.228,904 m3/sg en el caudalímetro de Riba-roja de Túria. Eran las 18:55 horas. Hasta las 10:55 de la mañana no había pasado una gota de agua por ese tramo. Casi nunca lo hace. Es lo que se conoce como un arroyo efímero. Pero a las once en punto empezó un flujo imparable que a las 11:40 era de 264 m3/sg. Una cantidad cercana a la del Ebro a su paso por Tortosa.

Alerta hidrológica del 112 de la GVA

Fue cuando la Confederación Hidrográfica del Júcar dio el aviso al Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat para activar la alerta hidrológica en las localidades ribereñas de la rambla. «La tendencia es ascendente y se mantienen las precipitaciones en cabecera. Los municipios deben mantener la observancia de la evolución y adoptar las medidas preventivas para evitar el acceso a las riberas de las personas». A las 12:20 ese era el aviso especial, negro sobre blanco, si se sigue el hilo del 112 de aquel fatídico día.

Un ascenso imparable

Es cierto que a partir de ese momento la punta de agua empezó un paulatino descenso hasta 17:10 de la tarde, cuando se detectaría un nuevo ascenso imparable.De los 95 m3/sg se pasó a los 1.199 m3/sg solo una hora después. El Cecopi estaba ya reunido con la red del Sistema de Información Hidrológica Autóctona (SAIH) escupiendo todos esos impactantes datos en tiempo real. Más de dos millones de litros de agua pasaban a las siete de la tarde por el punto de aforo de Riba-roja de Túria. Un auténtico ‘tsunami’ con las consecuencias ya conocidas.

El mapa de la catástrofe en València

El mapa de la catástrofe en València / LEVANTE-EMV

Brutalidad de fango y cañas

La brutalidad de la lengua de fango, cañas y piedra era tal que en ese momento se pierde la señal del medidor, seguramente arrastrado cauce abajo. Las cifras del SAIH, una herramienta pública a la que los muy entendidos en cuestiones hídricas suelen acudir, tienen una periodicidad fija: Cada cinco minutos. Esos puntos de medición son los ojos permanentes del organismo de cuenca, especialmente en los episodios meteorológicos adversos.

Una de las miles de impactantes imágenes que deja la riada en l'Horta Sud.

Una de las miles de impactantes imágenes que deja la riada en l'Horta Sud. / Germán Caballero

Históricamente subestimado

La rambla del Poyo es uno de esos «arroyos efímeros históricamente subestimados con un importante riesgo de inundación», según Ana M.ª Camarasa, catedrática de Geografía Física de la Universitat de València. La experta, a la que estos días han recurrido muchos medios de comunicación para buscar explicación a la tragedia, disecciona la peligrosidad de barrancos como el Poyo o el Carraixet en ‘Génesis de crecidas en pequeñas cuencas semiáridas’. La obra, editada por el entonces Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente junto con la CHJ, cobra ahora plena vigencia.

Gráfica del caudalímetro situado en el barranco del Poyo

Gráfica del caudalímetro situado en el barranco del Poyo / Levante-EMV

Sus trabajos de investigación muestran que el comportamiento de este tipo de barrancos en el contexto de cambio climático, con un aumento de los eventos de inundaciones repentinas y muy intensas, serán difíciles de gestionar con las actuales medidas de control de riadas. A lo que se suma un aumento de las condiciones generales de aridez de las cuencas. Un vaticinio tristemente cumplido ahora, con una tragedia que no deja de sumar víctimas mortales desde el pasado martes.

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