Daños irreparables del patrimonio museístico de l'Horta Sud

La Dana arrasa con algunos referentes culturales como el MUPA de Aldaia, donde se han destruido abanicos del siglo XIX. La Rajolería de Paiporta o el Antonia Mir de Catarroja dudan poder abrir en 2025.

Graves daños en el Museo del Palmito de Aldaia  (MUPA) .

Graves daños en el Museo del Palmito de Aldaia (MUPA) . / L-EMV

Pilar Olaya

Pilar Olaya

El agua y el lodo no respeta nada, ni siquiera los museos. La comarca de l’Horta Sud es un referente cultural y cuenta en los municipios afectados por la DANA con importantes museos que han sufrido daños irreparables, con pérdida de material de gran valor histórico y cultural.

Es el caso del MUPA (Museo del Palmito de Aldaia). Ubicado en la Casa de la Llotgeta, es el primer y único museo de España dedicado a la artesanía del abanico y desde 2015 pertenece al Sistema Valenciano de Museos. Cuenta con un conjunto de bienes formado por más de 350 palmitos, que van desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Se conserva también un amplio repertorio de maquinaria tradicional, piezas y utensilios típicos del proceso de elaboración del abanico.

Traslado de las caladoras afectadas para ser reparadas en el MUPA de Aldaia.

Traslado de las caladoras afectadas para ser reparadas en el MUPA de Aldaia. / L-EMV

Sin embargo, las puertas acorazadas no resistieron a la fuerte tromba de agua que inundó a Aldaia procedente del Barranc de La Saleta y se abrió paso por la planta baja del edificio acabando con todo lo que había a su alrededor, entre ellos una importante colección de palmitos históricos. «Hemos perdido entre 30-40 abanicos cristinos e isabelinos del siglo XIX, esos ya son irrecuperables», explica el gestor Francesc Martínez, quien también afirma que el lodo ha afectado a una parte de los abanicos donados por Matilde Salvador. «Menos mal que los habíamos fotografiados y que el CSIC los estaba investigando, para que al menos quede referencia del gran valor cultural que tenían». 

Dentro de lo malo, Frances Martínez reconoce que han podido salvar el 85% de los abanicos, y que ahora están ya todos a salvo «en un lugar que no voy a decir por temor a saqueos», la misma razón por la que los sacaron de la Casa de la Llotgeta, pese a que el primer piso y el almacén están intactos. 

No solo los abanicos, también el lodo ha afectado a cuatro caladoras, «que por suerte creo que podemos restaurar, al ser de madera muy gruesa y resistente». 

Tampoco está afectada, como por un milagro, "el Auca del Palmito’, un gran panel de 220×140 cm que muestra los pasos principales de la elaboración del abanico en forma de cómic, con imágenes y textos de Manel Gimeno. La exposición temporal sobre Domenec Calvo, «70 anys pincellant la vida», también la han podido retirar sin daños y poco a poco van recuperando la planta baja, donde también estaba la sala dedicada al varillaje del abanico. «Quiero dar las gracias al conserje del Museo , que está haciendo un trabajo impresionante y también a los voluntarios que desinteresadamente nos están ayudando», concluye Francesc Martínez. 

La Rajoleria de Paiporta

Otro de los museos devastados al estar en la Zona cero es el Museo de la Rajolería de Paiporta. Ya impresiona solo ver la zona exterior del «rajolar de Bauset»., nombre que recibía la fábrica de baldosas y tejas El Pilar de los años 20 reconvertido en museo desde 2000.

El patio exterior del Museo La Rajoleria de Paiporta con coches y  maleza amontonada.

El patio exterior del Museo La Rajoleria de Paiporta con coches y maleza amontonada. / L-EMV

La zona más afectada es el espacio donde está la colección permanente, ubicada en los antiguos hornos Hoffmann y destinada en su totalidad al fondo del Museu, así como un espacio destinado al taller donde se realizan las diferentes actividades que se hacen en paralelo a la programación habitual. 

«La parte de abajo está totalmente anegada de agua, aún no he podido acceder por dentro para ver como están los objetos, pero la mayoría están dentro del barro», explica Eva Gisbert La otra gran zona afectada es la sala polivalente acristalada situada en el exterior. «El jardín esta lleno de fango incluso coches. Primero hay que vaciarlo para luego acceder al interior», señala Eva, que pese a todo asegura «saldremos y saldremos mas fuertes».

TAC, Conservatorio y Antonia Mir de Catarroja, muy afectados

No muestra tanto optimismo Dolors Gimeno, concejala de Cultura de Catarroja, que ha visto a sus referentes culturales como el teatro auditorio TAC o el Conservatorio, «completamente anegados al estar en planta baja y sótano». Ni que decir la casa del a cultura, a la que la DANA le pilló en plena reforma «que ya no sirve para nada, habrá que empezar de cero». A nivel museístico, tampoco se ha librado el museo Antonia Mir, con más de 260 obras, dibujos, óleos acuarelas, pasteles y serigrafías donadas por la artista. «Aún no hemos podido valorar los daños, pero veo dudoso poder ni siquiera abrir el próximo año», explica Dolor Gimeno.

L?Alquería del Pide Alfafar muy afectada en su planta baja.

L?Alquería del Pide Alfafar muy afectada en su planta baja. / A.A.

Segundo aniversario de L’Alquería del Pi

El 2 de noviembre, precisamente, l’Alquería del Pi, que data de entre los siglos XIV y XVI cumplía dos años abierto. No ha podido tener peor aniversario. La planta baja donde está la recepción así como el fresco rescatado en una pared de una sala han sufrido graves daños por el lodo. Por suerte, el centro e interpretación del arroz y las colecciones están en plantas altas y no están afectadas.

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