El valioso puente de la Primavera

El viaducto que cruza el Barranco del Poyo hacia Picanya y Paiporta adquiere un gran valor logístico y estratégico para la reconstrucción al ser el único que sigue en pie en varios kilómetros

Puente del paso de la Primavera de Picanya.

Puente del paso de la Primavera de Picanya. / J. M. López

J.M. Bort

J.M. Bort

València

Dos semanas después de que el barranco del Poyo se desbordase de forma salvaje, el puente del Paseo de la Primavera de Picanya sigue teniendo el aspecto de un puente de guerra. Es el único de los cinco que sigue en pie de los 5 que existían en la localidad de l’Horta Sud tras ser derribados los otros cuatro por la fuerza del agua, dos de ellos pasarelas peatonales. El de la Primavera, el único que resistió, es el situado más hacia el este del término municipal, por el que también se puede cruzar a Paiporta.

El valor logístico y estratégico del Puente de la Primavera de Picanya es máximo, teniendo en cuenta que toda la maquinaria que entra en esta población y una gran parte de la que va al municipio vecino, Paiporta, ha de cruzar por él. Tras el caos de los primeros días, hoy es una conexión mucho más organizada. Ha de estar libre para el paso de vehículos esenciales en la limpieza y la reconstrucción de la zona, y hoy se puede comprobar que las prioridades están bien establecidas.

Puente del paseo de la Primavera de Picanya.

Puente del paseo de la Primavera de Picanya. / J. M. López

Entre miembros de la UME, Guardia Civil y polícia local de Picanya, la circulación por el Paseo de la Primavera fue fluida prácticamente desde los primeros días posteriores a la riada, Hoy lo es aún más.

Agentes forestales de Castilla y León

Juan es un mando de la guardia forestal de la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que circulaba ayer por el puente. “Nosotros nos encargamos de limpiar las zonas públicas, estamos al servicio del pueblo y utilizamos el puente cientos de veces al día”, explica Juan Ángel. Llega de poner en marcha la enésima autobomba para limpiar el fango del instituto del pueblo.

Sobre el puente de la Primavera pasan también los peatones y son los militares los que ordenan que vayan pegados a un lado para que fluya el tráfico de los vehículos pesados y no pesados. Hay coches, furgonetas, camiones, motocicletas, patinetes y peatones que van de un lado a otro en un escenario bélico.

El barro que cubre el asfalto y el sol tenue que medio brilla sobre el puente le dan un aire más dramático al paisaje

Entre los peatones sigue habiendo muchos voluntarios. Más los fines de semana, pero siguen circulando camino de Picanya unos pocos y otros muchos a Paiporta, la población peor parada por la mortífera Dana del pasado 29 de octubre. El barro que cubre el asfalto y el sol tenue que medio brilla sobre el puente le dan un aire más dramático al paisaje. No es una guerra, pero es lo más parecido. En realidad es una guerra contra el lodo y el caos que ha provocado.

Tracking Pixel Contents