“El agua se llevó todos los trajes y 60 años de trabajo, ilusiones y recuerdos, pero volveremos a abrir”

Jose Garrido pide ayuda para reconstruir la tienda de trajes de ceremonia abierta con su mujer en 1965 en Catarroja

Pilar Olaya

Pilar Olaya

Me llamo José Garrido y abrí una tienda familiar en Catarroja hace 60 años, que poco a poco se convirtió en lo que es hoy. El pasado 29 de octubre vimos como el agua se llevaba el trabajo de muchos años, todos los trajes que teníamos en la tienda, pero sobre todo se llevó muchas ilusiones y recuerdos”. Así empieza el vídeo que se ha hecho viral en redes sociales, donde se puede ver a este ya anciano entrando en su tienda de Catarroja totalmente devastada. Un vídeo donde aprovecha también para pedir ayuda para su reconstrucción, porque esta empresa familiar se niega a bajar la persiana defintivamente.

No es una tienda cualquiera, es Ceremonias Garrido. Este local, ubicado en la calle Asturias, forma parte de la historia de Catarroja, ya que ha sido protagonista con sus trajes de esos momentos tan especiales para las familias catarroginas como son las bodas, comuniones o bautizos. Hay que remontarse a 1965, cuando Jose junto a su mujer Tina, fudaron en la calle Alicante una tienda en la que se vendían géneros de punto y paquetería, conocida como “Casa Tina".

Esta tienda fue ampliando sus secciones, llegando a ser el típico comercio de barrio en el que se podía encontrar cualquier artículo, perfumes, corsetería, ropa interior, paquetería, toallas, sábanas, confección de señora, de caballero y niños, en el sus clientes compraban lo que necesitaban y lo pagaban como buenamente podían semanal o mensualmente, ayudando así la maltrecha economía de las personas de un barrio obrero como era el Rabal.

Poco a poco fue ampliando su clientela a otros pueblos cercanos, como Albal, Massanassa, Beniparrell, Benetusser, etc, y en el afán de incorporar nuevas secciones, en el año 2005, con José Enrique Garrido como gerente, se inauguró una nueva tienda en la Calle Asturias 7 de Catarroja. Pero la expansión no quedó ahí, sino que llegó hasta Valencia, donde abrió una tienda solo de hombre en la calle Cuenca.

La tienda antes de ser devastada tras la dana en Catarroja.

La tienda antes de ser devastada tras la dana en Catarroja. / L-EMV

Con esa historia detrás, es duro ver al fundador de esta tienda rodeado de todos los trajes completamente llenos de barro, aunque ante todo da gracias por la ayuda recibida. “Vinieron unos chicos y nos ayudaron a limpiar, gente buena, que colaboró sin pedir nada a cambio”, aunque confiesa que cuesta ver así su local, donde ha dejado su vida, pero se apoyo en sus hijos. “A veces me siento un poco deprimido al ver la situación en la que nos encontramos, pero mis hijos insisten que poco a poco recuperaremos la tienda y volver a ser como antes, y ojalá sea así”.

José y su mujer Tina, queinauguraron la tienda hace 60 años.

José y su mujer Tina, queinauguraron la tienda hace 60 años. / L-EMV

Su hijo, pide donaciones en un gofundme

Uno de sus hijos, José Enrique, que lleva la gestión de la tienda junto a sus hermanos, Javi y Jorge, explica que la tienda de Catarroja quedó totalmente destruida alcanzando el agua una altura de 2'30 metros, “vestidos de comunión, trajes de novio , mobiliario, paredes, máquinas de coser, todo el trabajo que iniciaron nuestros padres perdido en solo una noche, fue desolador”.

El actual gerente recuerda que “hemos vestido a tres generaciones y nos gustaría seguir haciéndolo, esta tienda era nuestra mayor ilusión, de la que dependían cuatro familias”, y pide ayuda, a través de un Gofundme, para volvera abrir. “Jamás pensé que me vería en esta situación, ante la incertidumbre de si llegarán o no las ayudas, pedimos vuestra solidaridad por pequeña que sea, para poder poco a poco reconstruir nuestro medio de vida, nos hemos quedado sin nada”.

Una solidaridad que no ha tardado en llegar. Ya llevan recaudados más de 10.000 euros y las donaciones han llegado con mensajes de apoyo y otros tantos donde se compromometen a comprar trajes para las celebraciones del año que viene, porque la vida hay que seguir celebrándola.

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