Un vigilante del parque comercial de Alfafar evacuó a una veintena de personas

«Hubo que ayudar a compañeros con el agua a la altura del pecho, vivimos momentos de gran tensión», recuerda

Por la mañana, ya el 30 de octubre, «no venía nadie así que salimos por nuestro propio pie» y volvimos a València caminando

Maquinaria pesada y camiones del REI 11 de Salamanca, aparcados en el parque comercial de Alfafar.

Maquinaria pesada y camiones del REI 11 de Salamanca, aparcados en el parque comercial de Alfafar. / J.M.V.

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

Las tiendas y grandes superficies del parque comercial de Alfafar sufrieron el azote de la dana del 29 de octubre con gran virulencia. La riada llegó a cerca de 2 metros de altura en algunos negocios y naves, y destrozó gran parte de la mercancía y del estocaje que tenían a la venta. Además, se produjeron momentos de gran tensión porque la vida de las personas estuvo en peligro.

En la tienda de una conocida multinacional de bricolaje, mobiliario y accesorios para el hogar la riada sorprendió a al menos una veintena de trabajadores que tuvieron que ponerse a salvo y refugiarse en la parte alta de las instalaciones. Un vigilante de seguridad que estaba trabajando esa tarde-noche recuerda que se vivieron «momentos de gran tensión». «Lo primero fue subirnos a la parte alta de las instalaciones para garantizar la seguridad de todos», relata.

"Llamábamos al 112 y no venía nadie"

Ahí pasaron la noche «puesto que llamábamos al 112 y no venía nadie», cuenta. En la planta superior se refugiaron una veintena de personas. «Pero pronto descubrimos que había otros compañeros que estaban en otro departamento en una situación complicada» así que tuvo que ir a buscarlos «con el agua por el pecho» para trasladarlos a un lugar seguro, rememora.

Al día siguiente, cuando bajó el nivel del agua, y en vistas de que nadie acudía a ayudarlos, «tuvimos que evacuar a pie». Salieron todos juntos con prudencia y tuvieron que recorrer casi 15 kilómetros a pie. «Por sendas y caminos de difícil acceso», llenos de coches y de toda clase de enseres. Fueron pisando barro y caminando sobre un firme inseguro. Hasta que llegaron a sus casas en València.

Se va a cumplir un mes del desastre y ya va trascendiendo que la dana afectó por partida doble a gran parte de los trabajadores del parque comercial de Alfafar. Porque no solo vieron como la tromba de agua ha dañado las empresas en las que trabajan sino que además algunos que viven en Sedaví, Paiporta, Benetússer o Alfafar, han perdido sus hogares, sus vehículos o incluso a parientes o familiares. Este vigilante de seguridad, por ejemplo, tenía el coche aparcado a pocos metros de distancia y claro ha quedado destrozado. 

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