La dana se ceba con las instalaciones culturales y sociales de Albal

"Necesitamos ayuda e inversión para nuestras infraestructuras, nos hemos quedado sin Casa de Cultura ni servicios sociales", lamenta el alcalde José Miguel Ferris

La biblioteca solo conserva 4000 libros de los 23.000 que tenía pero está abierta "bajo mínimos y para dar servicio", dice la bibliotecaria Marisol Rotglà

Aspecto interior de la biblioteca de Albal, con parte de los libros que quedan.

Aspecto interior de la biblioteca de Albal, con parte de los libros que quedan. / Miguel Ángel Montesinos

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

La dana del pasado 29 de octubre se ha cebado con las instalaciones culturales y sociales de Albal. "Necesitamos ayuda e inversión para nuestras infraestructuras. Nos hemos quedado sin Casa de Cultura, nos hemos quedado sin servicios sociales, la escuela de Sant Carles... ya la hemos habilitado; el instituto estamos tratando de sacarlo adelante para que pueda reabrir cuanto antes..." Son palabras del alcalde de Albal José Miguel Ferris. Los equipamientos más dañados son las dependencias de Servicios sociales, la OMIC, el espacio polivalente, el juzgado de paz, la Biblioteca y la Casa de Cultura, que son dotaciones ubicadas cerca del parque de San Carlos.

"Estamos centrados en sacar lodo de los garajes"

"En la práctica totalidad del pueblo -apunta el alcalde- ya hay luz, gas natural y agua corriente. Las vías públicas están despejadas y los problemas con los que nos encontramos principalmente son los garajes y algunos enseres que aún se encuentran por el pueblo", comenta el dirigente popular. "Nuestra brigada municipal y la UME están trabajando en retirar estos enseres y ya ha venido la empresa de la Diputación para la retirada de los lodos para ayudarnos a que todos los vecinos puedan sacar el fango de los garajes, de los huecos de los ascensores y de sus trasteros. Tenemos la mayor parte de los garajes en la primera planta pero también tenemos garajes de dos plantas que están con muchas dificultades, o garajes con ascensores para vehículos", comenta Ferris.

Un operario trabaja en la extracción del lodo, en uno de los garajes de Albal.

Un operario trabaja en la extracción del lodo, en uno de los garajes de Albal. / Miguel Ángel Montesinos

Además, matiza, "hay garajes que no tienen rampa y que están en una situación más crítica porque no se pueden sacar los coches con normalidad. Hemos centrado todos los esfuerzos para que la gente pueda ver una claridad y que pueda ver sus viviendas medianamente adecentadas. En estos garajes aún quedan unos vehículos pendientes de ser sacados, en algunos casos, también porque los vecinos están esperando a que sean peritados por el seguro. Pero quedan pocos coches en estos subterráneos", comenta.

Ahora bien, hay "una serie de dependencias municipales e instalaciones que están a pie de calle que están muy dañadas como también la señalización, los semáforos, los vehículos municipales, que también tenemos que reponer. Nosotros practicamente sin esperar a ninguna clase de subvención ya llevamos casi un millón de euros gastados en gastos de emergencia por la dana", ha remarcado el alcalde.

El alcalde señala una de las zonas más afectadas por la dana, mientras habla con un responsable de bomberos.

El alcalde señala una de las zonas más afectadas por la dana, mientras habla con un responsable de bomberos. / Miguel Ángel Montesinos

"Solos nos queda un Quijote y una Colmena"

Particularmente la infraestructura cultural se ha visto muy perjudicada por la riada. Por ejemplo, la Casa de Cultura ha perdido su salón de actos que estaba dotado de hasta 370 butacas y del que ahora solo queda un espacio diáfano. En la biblioteca, los daños han sido también muy importantes. "De los 23.000 libros que teníamos, solo nos han quedado algo más de 3.300", subraya la responsable de la biblioteca Marisol Rotglà. Hay autores y obras clásicas de las que han perdido casi todos los volúmenes. El agua llegó a una altura de un metro y ochenta centímetros, por tanto, "en función de la letra de cada autor y si estaba más alto en las estanterias, pues hemos perdido casi todo". Por ejemplo, de Camilo José Cela, "solo quedan un ejemplar de "La Colmena" y otro de "Viaje a la Alcarria". De otros clásicos como Miguel Delibes, "solo hemos salvado 4 libros, y de Cervantes, solo nos queda Un Quijote".

De Vargas Llosa, que empieza por la "V", se han salvado todos los tomos, mientras que Pérez Reverte, que empieza por "P", ha salido muy perjudicado: "Solo nos queda un ejemplar del Capitán Alatriste y otro de la última publicación suya "La isla de la Mujer Dormida".

Respecto al resto de equipamientos como estanterías, mobiliario, los 10 ordenadores para el público y el personal... todo eso se ha perdido. Ahora sí está todo limpio, incluso las paredes, y los ejemplares que han conservado los tienen colocados sobre mesas, por orden, "y en algunas estanterías que nos han prestado". De todos modos, la biblioteca sigue abierta "dando servicio". "Como en la pandemia, quien viene se puede llevar cualquier volumen de los que tenemos y además los lectores nos pueden devolver las obras que se han llevado", comenta Marisol Rotglà. El miércoles próximo también hay un Cuentacuentos para los niños a partir de las 18 horas "pero lamentablemente no podremos abrir las salas de estudio que teníamos para universitarios y alumnos de Secundaria". En fin, poco a poco, "damos el servicio básico y estamos volviendo a catalogar y actualizar nuestro catálogo", tarea en la que está ayudando también Antonia Casaldáliga, extécnica de Cultura y hoy voluntaria en la biblioteca.

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