Un estudio revela que 490 viviendas del barrio Orba siguen con lodo en el subsuelo

Expertos realizan de forma voluntaria un informe preliminar para evaluar los daños de la dana en una de las zonas más afectadas de Alfafar

Hundimiento del rellano de una finca damnificada de la calle Catarroja del barrio Orba de Alfafar.

Hundimiento del rellano de una finca damnificada de la calle Catarroja del barrio Orba de Alfafar. / L-EMV

Abraham Pérez

Abraham Pérez

De las 574 viviendas ubicadas en las plantas bajas de un total de 164 edificios registrados, 490 de ellas se encuentran afectadas por la acumulación parcial de lodo y escombros en las cámaras sanitarias construidas bajo el suelo de cada vivienda. Es una de las principales conclusiones de la primera evaluación de los daños que la dana ha provocado en el barrio Orba de Alfafar, un documento elaborado de manera voluntaria por un equipo multidisciplinar formado por arquitectos, ingenieros y científicos del ámbito sanitario, y que, a petición de la Koordinadora de Kolectivos Parque Alcosa, ha querido plasmar la situación real en uno de los barrios más poblados y humildes de Alfafar, y que también fue uno de los más castigados por la riada del pasado 29 de octubre.

El informe elaborado por Eduardo García (arquitecto), Silvia Martínez (ingeniera de caminos), Clara Guarch (doctora en Ciencias Médicas), Javier Longares (Ingeniero técnico industrial), Nerea Martínez (técnica Higiene Sanidad), Isabel Oloriz (ingeniera química) y Jorge Plaza (ingeniero agrónomo) refleja que los daños por las inundaciones se extienden a cerca del 85% de los bajos en los que, según indican, la altura que alcanzó el agua en el interior de las casas osciló entre los 2,5 metros de altura y los 70 centímetros, en función de su localización, anegando en algunos casos hasta un 90 por ciento de las cámaras del subsuelo inspeccionadas.

Alertan de vecinos viviendo en condiciones insalubres

Respecto al estado de las viviendas, los expertos han detectado "síntomas de insalubridad y riesgos de seguridad asociados" en muchos bajos inspeccionados en los que, alertan, "se ha comprobado que hay familias enteras que siguen habitando o que han avanzado con la reforma sin haber recibido un informe inicial de habitabilidad de estas, ni ningún tipo de recomendación técnica oficial al respecto".

Grietas en un edificio del barrio Orba de Alfafar tras la dana.

Grietas en un edificio del barrio Orba de Alfafar tras la dana. / Germán Caballero

En este sentido, advierten que en muchas de estas casas se ha constatado la aparición de humedades en el interior de las plantas bajas, zonas comunes e incluso en algunos primeros pisos por capilaridad; proliferación de hongos en las paredes o temperaturas por debajo de lo habitual. Así, resaltan la necesidad de controlar la humedad en los espacios y eliminar las fuentes de contaminación fúngica para prevenir problemas de salud que podrían afectar a niños, adultos o pacientes inmunocomprometidos y que a corto o largo plazo podrían desarrollar alergias, infecciones respiratorias e incluso, en algunos casos, incluso daño permanente en órganos afectados.

Inseguridad y falta de accesibilidad

El balance preliminar alerta también del riesgo para la seguridad de las personas debido a que muchas instalaciones eléctricas se encuentran cubiertas parcialmente por lodo y son accesibles a cualquier persona ajena al servicio autorizado, así como el desprendimiento del pavimento en las viviendas de la planta baja, la inutilización de bajantes y colectores de saneamientos de los edificios o el asentamiento diferencial del suelo en algunas zonas comunes de hasta 5 centímetros "debido probablemente al lavado de tierras por la infiltración de agua hacia el subsuelo".

Los destrozos que dejó la dana en el barrio de Orba

Los destrozos que dejó la dana en el barrio de Orba. / JM López

Del mismo modo, el estudio alerta que 137 de las 164 comunidades de vecinos inspeccionadas se han visto afectadas por la inutilización de sus ascensores. Esto supone que en al menos un 83 por ciento de los edificios analizados se haya visto disminuido el nivel de accesibilidad. Todo ello en un vecindario en el que existe un elevado grado de personas mayores o con movilidad reducida en el que, más de cincuenta días después, muchos de ellos apenas han podido salir de sus casas.

Reclaman una evaluación oficial

A partir de estas conclusiones, los expertos confían en que sirva para impulsar una evaluación por parte de las autoridades competentes y que se puedan agilizar las medidas planteadas de inclusión social y ayudas a las familias afectadas.

Así, piden recursos técnicos para la evaluación urgente de la habitabilidad y salubridad de las viviendas y la disposición de recursos técnicos y económicos por parte de las autoridades locales, provinciales, autonómicas y estatales para agilizar la tramitación de las ayudas, rehabilitar los ascensores y atajar algunos problemas como los riesgos de seguridad en las instalaciones o los problemas de humedad e higiénico-sanitarios derivados de la anegación de las cámaras sanitarias. Reclaman también que se realice una evaluación pormenorizada de posibles riesgos estructurales a medio plazo.

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