Galán reabre en Albal: "Volvemos con más fuerza y renovados"

Los vecinos se vuelcan en la apertura de la emblemática pastelería devastada por la dana convertida en un símbolo de la recuperación

La Pastelería Galán de Albal reabre tres meses después de la dana

J.M. López

Pilar Olaya

Pilar Olaya

Los símbolos de recuperación en Albal, tras sufrir como muchos pueblos de l’Horta Sud las inundaciones el pasado 29 de octubre que arrasó una zona en concreto del municipio, han llegado en forma de dulces y pasteles. Pero no son unos cualquiera, son los de la pastelería Galán. Gracias a ella, Albal, sobre todo cada 9 de Octubre, traspasa sus fronteras gracias a los premios de Mocaorà y escaparate que logra este emblemático establecimiento familiar, con más de medio siglo de historia. 

Este sábado, tres meses después de ser completamente devastada por la dana, Galán ha abierto sus puertas, y lo ha hacho con una nueva imagen, como símbolo de una nueva etapa que ahora comienza. «Volvemos con más fuerza y renovados», señala José Galán, quien no estaba dispuesto a rendirse y dejar morir el negocio que sus padres Joaquín y Dora inauguraron en 1973 y que él ha heredado.

La idea era abrir primero en Navidad y luego en Reyes, pero finalmente lo ha hecho en otra fecha emblemática, durante la Fira de Sant Blai, patrón de los albalencs.

«Una cosa es lo que queríamos y luego la realidad, que nos ha hecho ver que estaba todo muy dañado y la reconstrucción ha costado más de lo que esperábamos», explica, sin atreverse a dar la cifra de inversión. «Mucho dinero. Hemos utilizado nuestros ahorros y también la solidaridad de la gente que nos ha ayudado».

Gran expectación

Precisamente esos clientes , que estaban esperando con ansia la apertura de «mi pastelería de toda la vida», se han encontrado este sábado con un local completamente reformado, donde se ha cambiado el suelo y todo el mobiliario, además de toda la maquinaria que no se ve.

La Pastelería Galán, esta mañana, tras reabrir sus puertas en Albal.

La Pastelería Galán, esta mañana, tras reabrir sus puertas en Albal. / J.M. López

Lo que no ha cambiado son los productos. «Local renovado pero con los productos de siempre», recuerda José Galán, quien asegura que ya esta semana había recibido encargos «pero no era posible, pusimos las máquinas a funcionar el martes y nos teníamos que hacer a ellas, que son todas nuevas y no sabíamos hasta donde podíamos llegar.A partir de la semana que viene ya funcionaremos como siempre», explica.

En la tienda vecinos y vecinas se afanaban por comprar las piezas de bollería y los dulces. «Qué ganas tenía de volver a comerme un pastelito de Galán», señalaba una vecina. Lo más aclamado las tartas, que desde hace 51 años han sido protagonistas de todo tipo de celebraciones familiares. «No saben la alegría que nos da volver a poder comprar aquí. Han demostrado un gran espíritu de supervivencia», señalaban.

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