Benetússer adquiere la fábrica Meivel por 109.000 euros
Con la compra, realizada antes de la dana, el consistorio quiere poner en valor este antiguo molino arrocero y construir un parking con zona verde

L. Sena
El patrimonio de Benetússer tiene a partir de ahora mucho más valor con la adquisición del Molino Arrocero de San José, que data de 1921, aunque más conocido por todos como Fábrica Meivel, ya que allí se fabricaron los famosos chocolates hasta 2007 que cerró sus puertas.
Desde entonces, la degradación de este emblemático edificio, que figura en el inventario de Bienes Inmuebles de Etnología de la Conselleria de Cultura, ha ido en progreso y tras varios requerimientos al administrador concursal que se quedó con la propiedad originariamente de la familia Benlloch, tras el evidente estado de ruina y el riesgo de derrumbe, el consistorio fue consciente de que era necesario adquirirlo en propiedad para poner en valor esta pieza . Un proceso largo, que se inició hace nueve meses y que fraguó antes de la dana por un precio de 109.000 euros.
En ocncreto, el consistorio tuvo constancia de la venta del edificio y de la parcela en mayo del año pasado gracias a la obligación legal de comunicación por parte del notario que realizó la compraventa. Tras las pertinentes valoraciones técnicas, el ayuntamiento decidió a mediados del mes de octubre ejercer el derecho de tanteo igualando la oferta económica de la venta para la adquisición del espacio. Finalizado el periodo de alegaciones por parte de las empresas que la adquirieron, el pasado jueves se formalizó la venta a favor del Ayuntamiento de Benetússer.
El consisetorio tenía derecho al tanteo al ser una parcela calificada en el Plan General de Ordenación Urbana de Benetússer como de uso dotacional con una parte de zona verde y espacio libre y otra parte como equipamiento incluido en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Benetússer como Bien de Relevancia Local.

Visita Meivel de la alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz. / A.B.
Este martes la alcaldesa de Benetússer Eva Sanz, acompañada de técnicos municipales revisaron las instalaciones para empezar las valoraciones con el objetivo de redactar un proyecto de reparación y adecuación de las instalaciones para el municipio. “Recuperamos para la ciudadanía uno de los edificios más emblemáticos de Benetússer que pondrá en valor nuestra historia que, como el resto de espacios municipales, servirá de punto de encuentro para todos los vecinos y vecinas y que revitalizará el barrio de l’Estació”, ha explicado Eva Sanz.
La intención que siempre ha tenido el consistorio con este edificio es consolidarlo y ponerlo en valor, ya que en su día se valoró que se necesitaba ejecutar obras de más de 50.000 euros en su rehabilitación, además de construir un parking y zona verde.

Foto antigua de la fábrica meivel de Benetússer. / A.B.
El «Molí-Fàbrica Arrossera de Sant Josep», como se le conoce técnicamente, es un complejo industrial construido de 1921 con un edificio integrado por el propio molino de tres alturas y dos cuerpos de fachadas simétricas adosados, que conforman un patio «con cerramiento a la calle» con murete y verja de hierro entre pilares de ladrillos. Uno de los elementos más característicos y valiosos del molino es la chimenea de planta hexagonal. El panel cerámico de fachada principal y la chimenea están catalogados como Bien de Relevancia Local (BRL), como elemento etnológico con nivel de protección integral.
Su adquisición también acaba con los problemas, tanto el solar, lleno de maleza y que genera molestias entre los vecinos que se quejan de insalubridad, así como las instalaciones, que presentan un grave estado de deterioro, con zonas con riesgo de desprendimiento del revestimiento y posible caída de cascotes, tal y como se registró en un informe municipal realizado en 2018. Además, la chimenea industrial situada en la parte posterior del solar, también presentan fisuras y grietas a lo largo de toda la zona de coronación, con riesgo de caída.
Un poco de historia
El molino arrocero de San José situado en la calle Estación es una enorme construcción industrial de 1921 que comenzó con el primitivo molino arrocero de 1.982,67 m² y llegó a ocupar, por las posteriores ampliaciones de naves, hoy desaparecidas, toda una manzana de 3.835 m². Su propietario y constructor fue Salvador Belloch Rodrigo. Estuvo funcionando muchos años como molino arrocero. Pocos años después, la familia Belloch decide ampliar su negocio diversificando sus productos, convirtiéndose finalmente en la famosa Fábrica de chocolates y turrones Meivel, que cerraría en 2007 hasta ahora, donde el consistorio trabajará para darle una nueva vida.
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