Sedaví: El reto de gobernar sin ayuntamiento

Los gobiernos locales de municipios afectados por la dana han tenido que hacer frente a muchos retos para poder salir adelante: estar sin luz, agua, con los accesos cortados, sin maquinaria, sin manos suficientes...pero en Sedaví, además, tuvieron que afrontar la peor emergencia de su historia sin su ayuntamiento.

El agua y el lodo con una virulencia extrema llegó hasta el consistorio el 29 de octubre, reventando las puertas acristaladas y arrasando con la planta baja y el sótano del edificio municipal. A diferencia de otros municipios, casi toda la interacción con la ciudadanía se producía en la planta baja. «Estaba el salón de plenos donde también se celebraban las bodas, toda las oficinas de atención ciudadana relacionadas con la inserción laboral y la formación, además de todos los ordenadores, las cámaras, el sistema electrónico, el sistema de prevención de incendios, el ascensor, todo se perdió», relata José Francisco Cabanes, alcalde de Sedaví, mientras señala la única puerta que sobrevivió. «Es que el agua lo sacó todo a la calle», recuerda. Pero aún fue peor en el sótano. «Nos hemos quedado sin archivo municipal, teníamos planos, documentación antigua, no queda nada», además, afirma que fue imposible rescatar documentos. «Sacábamos el lodo a pozales, y además hubo una fuga de aguas fecales», afirma en el sótano, con aún restos de lodo en las tuberías del techo, a 3 metros de altura, y bajo un intenso olor a humedad.

Perder tu principal centro administrativo fue un gran problema en esos primeros días. Cabanes explica que, literalmente, «trabajábamos en la calle a papel y boli, y tirando de memoria de los trabajadores, porque no podíamos consultar ni un plano. Algo tan sencillo como saber dónde están las llaves de gas para cerrarlas, porque teníamos más de 90 fugas, menos mal que un trabajador de la empresa sabía más o menos como localizarlas», confiesa.

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 «Es difícil de entender quien no lo ha vivido lo que es trabajar sin medios, lo que es trabajar sin tener planos u ordenadores, porque un error en cortar esa fuga de gas, podía ser garrafal en aquellos momentos», añade.

Así se estuvo casi mes y medio, hasta que se pudo ya empezar a estar dentro del edificio de servicios sociales, rebautizado como 29 de octubre, en unas pequeñas mínimas condiciones. Al igual que el Juzgado de Paz, reutilizado como salón de plenos y para la tramitación de ayudas. También el Ministerio cedió un «consistorio móvil» dentro de un camión situado en la plaza para hacer toda la tramitación. «El edificio de la Policía ha llegado a estar sin luz una semana y en condiciones pésimas, pero se iba trabajando como se podía. Luego ya tuvimos sistema informático, porque todo depende del mismo servidor, que es el ayuntamiento. Poco a poco se ha ido rehabilitando todo. Ya el edificio de Policía funciona al 90%, el edificio de servicios sociales al 90% y el juzgado de paz al 90%, y en el consistorio atendemos en la parte de arriba. No tenemos ningún edificio municipal sano. Todos fueron perjudicados», apunta el primer edil.

Obras en marcha

En la planta baja y el sótanos las obras ya están en marcha, y serán costeadas entre fondos propios y del Estado . Se aprovechará la reconstrucción para hacer un salón de plenos con puerta directa al exterior, «más cómodo para hacer las bodas en fin de semana con el consistorio cerrado», y se hará un espacio diáfano con el modelo de ventanilla única. También se repondrá el archivo municipal, «volveremos a reponer todos los documentos», y la idea es que ya este verano Sedaví ya pueda tener de nuevo su ayuntamiento y seguir mirando hacia adelante.