La Policía de Barrio vuelve a patrullar en Torrent

El ayuntamiento impulsa la primera fase de este nuevo servicio de proximidad que ya funciona en cuatro sectores de la ciudad con la intención de ampliarlo en el futuro

Agentes de la Policía de Barrio patrullan en la zona de la Torre de Torrent.

Agentes de la Policía de Barrio patrullan en la zona de la Torre de Torrent. / A.T.

Abraham Pérez

Abraham Pérez

Torrent

La Policía de Barrio de Torrent ha vuelto a patrullar por las calles de la capital de l'Horta Sud diez años después. El ayuntamiento reactivó el pasado mes de febrero este "servicio de proximidad" atendiendo a las peticiones vecinales, recuperando una iniciativa que la alcaldesa Amparo Folgado ya puso en marcha en su anterior etapa al frente del consistorio entre los años 2012 y 2015.

Una década después de su desaparición, vuelve a ponerse en marcha con una primera fase que, según destacan desde el consistorio, está siendo muy bien acogida por los vecinos y comerciantes de la ciudad. Este nuevo modelo tiene como objetivo reforzar la seguridad ciudadana, fomentar la convivencia, escuchar a los vecinos y estar presentes en los puntos neurálgicos de la actividad urbana diaria, en especial en zonas comerciales, colegios, centros cívicos y asociaciones vecinales.

Divididos en cuatro sectores

Casi tres meses después del relanzamiento, parejas de agentes de la Policía Local trabajan en dos turnos de trabajo -mañana y tarde, de 07:30 a 14:30 el primero y de 14:00 a 21:00 horas el segundo- para patrullar los cuatro sectores en los que se ha dividido el núcleo urbano de la ciudad en esta primera fase. Estas zonas han sido seleccionadas estratégicamente por su alta densidad de comercio, tránsito peatonal y actividad ciudadana. Cada uno de estos sectores cuenta con unos agentes asignados que patrullan a pie y que conocen de primera mano la realidad social, comercial y urbana de su entorno.

Esta territorialidad permite que el agente actúe como líder y referente en su zona, facilitando una comunicación fluida y efectiva con la ciudadanía. El Sector 1 comprende calles como Ramón y Cajal, Sagra, Sant Cristòfol, Plaza Mayor, Maestro Giner, José Iturbi, Nicolás Andreu, Fray Antonio Panes, Músico José Ortí, entre otras mientras que el Sector 2 incluye la Avenida al Vedat (desde Fuente de las Ranas hasta Ficus), Padre Méndez (desde Elena Tamarit hasta Sant Cristòfol) y sus perpendiculares.

El Sector 3 se extiende desde Comare Pilar Martí hasta Elena Tamarit y sus intersecciones hacia la Avenida al Vedat y el Sector 4 abarca desde la Fuente de las Ranas hasta la calle L’Eliana, además de importantes vías como Azorín, San Valeriano, Mercado San Gregorio y Germaníes.

Una policía centrada en las personas

"Queremos una policía cercana, conocida, que colabore con los comerciantes, que resuelva conflictos vecinales y que dé respuesta rápida a las necesidades del día a día", afirma la primera edil al tiempo que avanza que la intención del ejecutivo local es "seguir ampliándola conforme la plantilla de la Policía Local nos lo permita". "Es una apuesta decidida por una Torrent más segura, más cuidada y más humana", añade Folgado.

Por su parte, la concejala de Seguridad Ciudadana, Sonia Roca, ha destacado la buena acogida del servicio. "Hemos recibido numerosos mensajes positivos de los vecinos y vecinas que ya notan la presencia cercana de los agentes en sus calles. Este modelo no solo mejora la seguridad, también fortalece el vínculo de confianza entre la ciudadanía y su policía, y eso es clave en una ciudad moderna", ha declarado.

Más allá del patrullaje convencional

El nuevo modelo de Policía de Barrio va más allá del patrullaje convencional. Se fundamenta en una relación estrecha con los vecinos, en la proactividad del agente y en la atención directa a las problemáticas sociales, de tráfico, convivencia y mantenimiento urbano. Entre sus funciones se incluyen la vigilancia preventiva con presencia en centros cívicos, colegios, comercios y asociaciones; el control de tráfico, especialmente en horarios de entrada y salida escolar, retirada de vehículos abandonados y regulación de zonas conflictivas.

Los agentes se encargan también de la supervisión del cumplimiento de ordenanzas municipales relacionadas con ruido, limpieza, animales, terrazas, obras y venta ambulante así como de la intervención en conflictos vecinales, asistencia a personas vulnerables y labores de mediación comunitaria. Asumen competencias también relacionadas en la detección de deficiencias urbanas, como baches, señalización dañada, semáforos averiados o problemas de alumbrado, aplicando así la teoría de los “cristales rotos” para prevenir la degradación urbana. Además, los agentes realizarán campañas periódicas de control de ciclomotores y bicicletas, fomentando así un entorno vial más seguro.

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