Hallan en Paterna los restos de una alfarería del siglo XIV

Las obras para la renovación de los colectores de pluviales que se están ejecutando en Paterna han destapado los restos de una vieja alfarería, fechada en el siglo XIV. Según han destacado desde el consistorio, la inspección de Patrimonio de la conselleria de Cultura ya ha determinado el futuro de los restos encontrados. La obra tuvo que paralizarse en el tramo de la calle Juan Bautista Benlloch pero mantuvo su ritmo en las otras zonas.

Desde hace semanas, el Ayuntamiento de Paterna ejecuta la instalación de nuevos colectores pluviales en las calles, San Salvador, San Roque, Juan Bautista Benlloch y Santísimo Cristo de la Fe, con un presupuesto de más de 2,1 millones de euros. El proyecto da continuidad a la interveción ya realizada en la Calle San Antonio con inversión ascendió a 540.000 euros. Este proyecto pretente mejorar la captación de aguas pluviales y reducir los problemas generados por las escorrentías en episodios de lluvias moderadas en la zona y conectarla a la red principal existente.

Pero durante los trabajos de excavación del suelo para la instalación del nuevo colector aparecieron restos de una antigua alfarería. El concejal de Patrimonio de Paterna, Roberto Usina, explica según un primer informe del servicio de arqueología municipal, los vestigios encontrados datarían del siglo XIV y que su estado de conservación no es bueno ya que el hallazgo se encuentra bastante deteriorado.

Hallan en Paterna unos baños árabes del siglo XIV en gran estado de conservación

Tras el hallazgo la inspección de Patrimonio de la conselleria de Cultura visitó la zona para determinar qué hacer con esos restos. En este sentido, se activó el protocolo y el arqueólogo municipal, el de la empresa y el de la conselleria, trabajaron de manera conjunta para tomar una decisión respecto al futuro de los restos que, en principio, debería de ser viable su conservación con la obra de pluviales que se ejecuta.

Así las cosas, la conselleria de Patrimonio determinó que los restos deberían de conservarse, si bien la zona quedaría cubierta, al encontrarse en plena calle y tener que mantenerse, cuando concluya la obra, el tráfico rodado. Pero finalmente, según el Roberto Ausina, las partes concluyeron que emprender una actuación para la convervación (suspender los restos en el aire sobre una especie de adamiaje) "sería perjudicial para la ejecución de las obras", realizadas por distintos tramos y algunos ya concluidos, ya que, apunta el regidor, "se produciría un cuello de botella al tener que reducir el tamaño del colector en un 60%".

Ante esta situación, la conselleria autorizó mantener el trazado de la obra tal y como se diseñó en primera instancia y que los restos de alfarería, unos muros de tapial y poco más, se cubrieran. Eso sí, los restos quedarán documentados.

Hallazgos en escasos meses

Cabe recordar, por ejemplo, que hace unas semanas Compromís per Paterna reveló el hallazgo de restos arqueológicos en el solar de la calle del Santísimo Cristo de la Fe, pidiendo su puesta en valor por su proximidad con la villa romana descubierta a principios del PAI de Rio en 2007. Desde el ayuntamiento, explicaron entonces que los restos aparecieton hace casi dos meses durante el inicio de las obras y que tanto el arqueólogo municipal como los de la promotora y la conselleria de Cultura determinaron que eran de poco valor. En principio apuntaron a restos de una zona de cultivo, cercada a la Villa Romana. En este sentido, se catalogó e informó de lo encontrado y las obras de construcción del edificio avanzaban sin problema.

Así son los baños árabes de Paterna

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Más repercusión e importancia tuvo el hallazgo de unos baños medievales en gran estado de conservación durante la construcción de un complejo de residencial con 26 viviendas. La conselleria de Patrimonio instó a preservar los restos obligando a la modificación del proyecto inmobiliario para integrar los restos arqueológicos en el futuro edificio. Con posterioridad, la promotora elaboró una intervención para la conservación de las ruinas y la implantación de un espacio museístico de 657 metros cuadrados. El recinto se situará en la planta baja (264 metros) y el semisótano (386 m2) del futuro edificio residencial, y estará dividido en dos plantas.