Reabre en Catarroja Ciclos Vicent, el taller ciclista seguido por Pedro Sánchez

Hoy es un día que nunca olvidará Jose Vicent Ramón, más conocido como “Pepito”. Algo difícil para un hombre de 82 años que tiene una gran trayectoria vital y que en ella debe añadir ahora la heroicidad de reconstruir su taller de bicicletas, tras ser devastado por la dana.

Ciclos Vicent ha vuelto a abrir las puertas en Catarroja con una clienta inusual, la delegada de Gobierno, Pilar Bernabé, cuya presencia allí tiene una "razón de Estado" que ella misma se encargaba de revelar: "Estamos aquí en la tienda de bicis de Pepito, Ciclos Vicent, con una gran una trayectoria vital. La historia y el pasado ciclista de Pepito Vicent la conoció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, muy aficionado a la bici. Del mismo modo, en las lecturas especializadas del mundo del ciclismo, tuvo conocimiento de que había perdido su taller en la dana y me pidió que prestará atención al caso y siguiera la evolución y el ritmo de cómo iban los trabajos de recuperación. Fue a partir de ahí cuando conocí personalmente a Pepito y a su hija, que son un gran ejemplo de lo que están haciendo los comercios afectados, y del esfuerzo de los autónomos afectados en seguir hacia adelante", señala Bernabé.

"Pepito", con 82 años, pide ayuda para reconstruir su taller de bicicletas

En este acto, Bernabé ha destacado “el compromiso de la población de Catarroja, de su ayuntamiento y del Gobierno de España por recobrar la normalidad en este municipio tras unas de las peores tragedias a las que nos hemos enfrentado”.

“Hoy no solo celebramos la reapertura de un taller. Hoy celebramos el regreso de un sueño, el latido de una historia que no se ha resignado a ser olvidada”, ha manifestado la delegada. El propietario, de 82 años, lleva desde la década de los 50 arreglando bicicletas.

Desde el Gobierno de España, ha destacado la delegada, “vamos a seguir trabajando para que nadie tenga que renunciar a su proyecto de vida por culpa de una dana”. En Catarroja, según ha recordado, se han destinado 216,2 millones de euros de los cuales 138 M€ son para financiar el 100% de reparación y reconstrucción de infraestructuras, equipamientos o instalaciones y servicios de titularidad municipal, cubriendo el 100% del coste de escuelas, centros sociales, instalaciones deportivas o redes de agua. A ello se suman ayudas directas, mejoras fiscales y líneas de avales para autónomos y pymes, “que están permitiendo que pequeños negocios levanten la persiana y sigan dando vida y futuro a Catarroja”, ha concluido Bernabé, quien ha informado que el 80% de los comercios ya han cobrado del consorcio de seguros. "Aunque sabemos que aún queda mucho para llegar a la normalidad y hay que seguir apoyando a estos comercios".

Historia de superación

La de Jose Vicent Ramón “Pepito” es una historia de superación. Él heredó el taller de reparación de bicicletas en Catarroja de su padre, José Vicent Serrano “Vicent”, fundado en los años 50 y se resistió a tirar la toalla. Conocido en el mundo del ciclismo como "Pepito Polseguera", porque en las carreras, Pepito siempre quedaba en los últimos puestos, recogiendo el polvo del camino, pero mientras disfrutaba cada pedalada, con 13 años se puso a trabajar en el taller de su padre, primero en un pequeño cuarto de 12 m2 y en los 60 se mudaron al actual, en la avenida Rambleta Nº45.

En los 80, el taller alcanzó su máximo esplendor, siendo un punto de referencia para los ciclistas de toda la comarca, incluso para los que venían desde Valencia. En los 90 siguieron la senda de las mountain bikes. Y después, aunque las bicicletas se volvieron más sofisticadas y los tiempos cambiaron, Pepito nunca dejó de ofrecer su servicio de mecánica, manteniendo viva la esencia del taller, hasta hoy.

Con 82 años, Pepito sigue reparando bicicletas con la misma energía y dedicación de siempre además de seguir haciendo rutas ciclistas los fines de semana.

La barrancada pilló al propio Vicent dentro trabajando, y tuvo que ser ayudado por unos vecinos, ya que el agua llegó a superar los dos metros. La dana se llevó por delante no solo material, componentes y bicicletas, sino también piezas históricas, muebles antiguos y recuerdos.

Ahora ha reabierto con ilusiones renovadas, demostrando que él nunca se rinde, aunque fuera el último del pelotón.