Arte para gestionar el dolor de la dana
La educadora social Silvia Fernández imparte charlas en varios centros de la zona cero para enseñar a los estudiantes a "curar sus heridas" a través de sus aficiones

Silvia Fernández durante la charla celebrada en el colegio Sant Antoni de Padua de Catarroja este jueves. / Fundación Princesa de Girona

El alumnado del Colegio Sant Antoni de Padua de Catarroja asistió este jueves a una sesión de "Arte Paliativo", un proyecto impulsado por la catalana Silvia Fernández que busca facilitar herramientas en procesos de duelo y enfermedad para canalizar las emociones a través del arte.
La iniciativa surgió en el año 2015, cuando la joven estudiante de Educación Social defendió ante el tribunal universitario esta propuesta que presentó como su TFG. Ocho años después fue reconocido con el Premio Princesa de Girona Social 2023 y ahora la fundación que le concedió la distinción está acercando este proyecto al estudiantado de los municipios afectados por la dana para ayudarles a curar las heridas provocadas por la riada.
Acompañar las emociones a través del arte
"El objetivo es inspirar a los jóvenes para que puedan reconvertir una vivencia personal o una experiencia traumática en un proyecto que pueda tener un impacto positivo en la sociedad y que aporte", explica Fernández antes de acceder al salón de actos del centro educativo. Lo que se pretende, añade, es "acompañar la parte emocional a través del arte, que es el vehículo y la excusa para hacer aflorar sentimientos y sensaciones que en algunos casos son difíciles de expresar en palabras".

Silvia Fernández durante la charla celebrada en el colegio Sant Antoni de Padua de Catarroja este jueves. / Fundación Princesa de Girona
A lo largo de 60 minutos los alumnos conocieron la trayectoria personas y profesional de Arte Paliativo y pudieron reflexionar sobre qué les viene bien y cómo les puede servir el arte, la pintura, la música, la escritura, el deporte o la cocina en momentos para gestionar las emociones después de una sensación tan traumática como la que acaban de vivir. "El alumnado ha ido comentado qué actividades hacen o creen que les beneficia para desahogarse y entre todos hemos compartido las cosas que nos hacen bien", cuenta la experta.
"Los niños tienen más herramientas de las que pensamos"
Se trata de una charla visual acompañada de numerosas imágenes y vídeos donde los asistentes han podido trasladar sus preguntas y respuestas a aquellas situaciones que les genera mayor inquietud y las actividades que creen les beneficia más para afrontar sus situaciones particulares. "Más que evadirse, se trata de poder gestionar y elaborar las emociones. Hay que pasar por ellas y no dejarlas bloqueadas, y el arte muchas veces te ayuda a hacerlo de una manera un poco más amable".
Preguntada sobre lo que más le ha impactado de su experiencia con los alumnos es que estos "tienen muchas más herramientas de las que pensamos". "Muchas veces nos enseñan a los adultos a normalizar y a naturalizar situaciones que son muy difíciles. Ya lo había visto en el hospital y también lo he visto aquí. Que los niños tienen muchos más recursos de los que pensamos", destaca Fernández quien se mostró "muy emocionada" por haber tenido la oportunidad de transmitir su experiencia y conocimiento.
"Desde la dana los alumnos están más rebotados"
Por su parte, José María Fenoll, director del centro, también se mostraba satisfecho de haber celebrado esta charla que ha dado la oportunidad a los estudiantes de "conocer a gente creativa y emprendedora como Silvia". En este sentido, explica que la mayoría de alumnos que han asistido al taller son estudiantes de ciclos formativos que estudian Comercio y Marketing y considera que este tipo de experiencias "les va a dar muchas ideas y les va a motivas y a inspirar para que puedan llevar a cabo proyectos así".

Silvia Fernández durante su intervención en el colegio Sant Antoni de Padua de Catarroja este jueves. / Fundación Princesa de Girona
Del mismo modo, Fenoll confía en que "Arte Paliativo" les aporte herramientas para afrontar las emociones de todo lo que han vivido en los últimos meses. A este respecto, alerta que el personal docente ha detectado que desde la dana "los alumnos están más rebotados". "Hemos notado que el umbral de tolerancia está mas bajito, que los alumnos tienen comportamientos disruptivos y tienen muchos más conflictos entre ellos", señala.
Una situación que, sospecha, puede deberse a que en los últimos meses "las familias han tenido que centrarse en otras necesidades que han sido muy importantes, porque muchos han perdido sus casas o sus negocios. Al final los alumnos también está sufriendo eso, y notamos que están mucho más sensibles, que tienen menos tolerancia entre ellos y que hay más conflictos".
Suscríbete para seguir leyendo
- La enfermedad cada vez más extendida pero con pocos profesionales que la traten: 'Los casos más graves pasan primero
- Investigado por dejar a sus siete caballos al borde de la muerte sin comida ni agua en Oliva
- Almussafes restringe el acceso a la piscina ante el aumento de usuarios de municipios sin zonas de baño
- Un maltratador provocó el incendio que mató a una paciente en La Fe tras amenazar a su exmujer
- Un niño y 3 adultos atendidos en playas de Cullera y Gandia tras no poder salir del mar
- Hallan muerta a una paciente tras extinguir el incendio en Psiquiatría de La Fe
- Un segundo de descuido, un paso atrás un centímetro más corto, y pasa lo que pasa
- Desplome de notas en las PAU: un tercio de los estudiantes suspenden Historia de España o Valenciano