Desalojan a la fuerza a migrantes que malvivían en una fábrica abandonada de Aldaia

Varias personas con gas pimienta y porras han irrumpido este viernes en una fábrica abandonada de Aldaia, para desocupar a la fuerza a una veintena de personas que allí malviven, algunas de ellas desplazadas por la dana de otros asentamientos que quedaron inundados. Para ello, han empleado la violencia contra los varones que estaban dentro de la zona con porras, gas pimienta y golpes. Algunos de los ocupantes de esta antigua fábrica han acabado con heridas en los tobillos o incluso en la cabeza.

Fuentes municipales confirman los violentos hechos, y según ha podido saber este diario, varias personas habrían accedido al interior de la fábrica para agredir físicamente a los moradores con varios objetos dañinos y ataviados con unos chalecos fluorescentes, similares a los que utiliza la policía judicial, para hacerse pasar por agentes para luego agredir a las personas que había dentro. De hecho, la persecución ha sido agresiva y uno de los moradores ha utilizado una de las ventanas para escapar, lo que le ha provocado más heridas.

Hasta el lugar se ha desplazado una comitiva del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Aldaia que ya ha identificado a las personas agredidas y está gestionando un albergue para que los moradores de la fábrica abandonada puedan dormir sobre techo esta noche. Además, fuentes municipales confirman que se está en contacto con la Conselleria de Igualdad para poder dar una alternativa habitacional a los jóvenes migrantes lo antes posible. Según ha podido saber este diario, los agresores, que eran más o menos una decena, forman parte de una empresa que se dedica a sacar a la fuerza a personas que viven en propiedades privadas y utilizando la violencia.

 La Generalitat Valenciana está coordinando desde el primer momento las plazas del concierto de inclusión que tiene el área autonómica para poder ofrecer recurso habitacional a las personas que estaban viviendo allí y que han sido desalojadas. La Generalitat Valenciana está coordinada con las entidades sociales que trabajan con algunas de las personas que vivían en la fábrica abandonada y con el Ayuntamiento de Aldaia y ofreciendo respuesta desde el momento en el que han tenido conocimiento de los hechos.