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Visitas domiciliarias en la Coma en coche patrulla

Desvalijan y roban la batería del vehículo del centro de salud paternero y las enfermeras acuden a atender a los pacientes inaplazables en furgones de la Policía Nacional

El coche del centro auxiliar de salud de la Coma, esta mañana.

El coche del centro auxiliar de salud de la Coma, esta mañana. / L-EMV

Violeta Peraita

Violeta Peraita

Paterna

Nuevo ataque a la infraestructura sanitaria en la Coma de Paterna. Este viernes, el coche del centro de salud que utiliza el cuerpo de Enfermería para hacer visitas domiciliarias a la gente que está encamada o tiene heridas por curar y no puede desplazarse, ha aparecido desvalijado y sin batería tras un robo que se ha perpetuado por la noche.

El vehículo, que duerme en la calle, ha sido objeto de hurto y los autores de los hechos han roto la ventanilla, desvalijado el interior del turismo y abierto el capó para llevarse la batería. El celador es el primero que ha llegado este viernes y ha alertado al resto del equipo.

Es la tercera vez en este año 2025 que rompen ventanilla y se llevan la batería del coche, lo que afecta al trabajo diario de los sanitarios que dan servicio en este barrio paternero. Los profesionales, además, temen que lo que se hace al vehículo del centro de salud, pueda llegar a pasarles a ellos, pues también aparcan sus vehículos en la calle cada día para acudir a su jornada laboral.

No disponer del coche del centro auxiliar para ir a visitar a los pacientes y hacer las curas dificulta la actividad diaria. Este viernes, por ejemplo, las profesionales tuvieron que reagendar las visitas que podían aplazarse y el resto se hicieron con transporte policial. "La Policía Nacional ha llevado a las enfermeras en un furgón a las casas de los pacientes que precisaban de su atención, pero esto no puede ser siempre así", lamentan fuentes del equipo sanitario.

Y es que el miedo que dicen que tienen los trabajadores no tiene origen en este ataque a los coches. Hace unas semanas, una enfermera sufrió una agresión mientras llegaba a una visita domiciliaria, cuando fue atacada por un individuo que se cruzó en su camino. Un incidente reciente que recuerda que el barrio lleva más de dos años sin pediatra tras una agresión perpetuada entonces, que hizo que los especialistas pidieran el traslado y que para acceder al centro de salud tengas que pasar un arco de seguridad.

"Desde la última agresión no ha cambiado nada"

Los antecedentes de violencia que ha habido en este centro inquietan cada día a los profesionales que allí acuden, que sienten que están "totalmente vendidos en las visitas domiciliarias, porque tenemos todas las semanas y no sabemos cuál es la solución; la policía no puede venir y aunque nos dijeron que nos acompañarían a las casas, la realidad es que no es así, desde la última agresión no ha cambiado nada".

Además, denuncian que a pesar de tener un arco de seguridad para acceder al centro auxiliar, "todas las semanas se siguen interceptando armas blancas" a pacientes que acceden a las instalaciones sanitarias. "Estamos aquí para ayudar y dar un servicio al barrio, pero no nos pueden poner continuamente entre la espada y la pared", sentencian los sanitarios.

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