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Odisea para llegar al 'cole' en Bétera

Los vecinos de la urbanización Lloma del Mas y los usuarios del colegio público denuncian el abandono institucional y exigen la reparación y de las calles

Uno de los caminos que toma el alumnado para acceder al CEIP Lloma del Mas.

Uno de los caminos que toma el alumnado para acceder al CEIP Lloma del Mas. / L-EMV

Sara García

Sara García

Bétera

La zona de Lloma del Mas, una urbanización limítrofe con el núcleo urbano de Bétera, lleva 20 años estancada en un conflicto entre sus vecinos y los sucesivos consistorios por la aprobación en 2004 de un PAI que afectaba a 300.000 metros cuadrados, en los que actualmente residen más de 60 familias. Dicho PAI se suspendió por la quiebra de la empresa adjudicataria en la crisis de 2008 y actualmente el ayuntamiento ha anulado dicho PAI, por lo que la zona queda de nuevo a la espera de la redacción de un nuevo proyecto para urbanizarla, con la consecuente incertidumbre de sus vecinos con respecto a su futuro.

Así lo explica Rocío Macho, vecina de esta urbanización, que además denuncia que "este parón en las obras que dura ya veinte años, unido al absolutamente nulo mantenimiento que el ayuntamiento realiza de las vías no asfaltadas, ha provocado el deterioro por abandono de muchas de las calzadas, algunas de ellas por las que a diario circulan decenas de coches".

Llegar al colegio, un periplo

Concretamente, esta vecina se hace eco del malestar vecinal y de las familias del CEIP Lloma del Mas debido al estado de los accesos al colegio público. "Los accesos al colegio, situado en la calle Costera, se encuentran en un estado deplorable y son un peligro para las familias y para los niños y niñas de corta edad que por allí transitan", expresa. "Tratándose de una escuela pública de infantil y primaria a la que acuden alumnos desde los 2 años, consideramos una imprudencia que las vías de acceso peatonales sean prácticamente inexistentes y que las familias caminen hasta la puerta del colegio sorteando socavones. Cabe recordar que frente al colegio público, se ubica también el Centro de Educación Especial Avapace, al que asisten personas con diversidad funcional", añade.

A estas reivindicaciones también se suma la Asociación de Familias (AFA) del CEIP Lloma del Mas. "Hace cuatro años nos reunimos con el ayuntamiento para abordar este tema y pedir más seguridad para nuestros hijos, pero no se ha hecho nada y nos sentimos abandonados". Representantes de la AFA explican que algunas familias se acogen al servicio de autobús y no tienen problemas, porque les deja en la puerta del centro, "pero muchas otras familias vamos por nuestra cuenta y sí que resulta un problema tanto el estado de los caminos como los socavones en el parking".

Además, las familias también reclaman mayor presencia policial para las horas de entrada y salida al colegio. "Hace tres años que empezamos a pedir más frecuencia de agentes para regular el tráfico en los accesos al centro escolar, igual que se hace en el resto de colegios de Bétera", manifiestan. "El abandono que sentimos no es solo en cuanto al exterior del centro, sino que dentro también sentimos dejadez, por ejemplo tenemos los árboles sin podar", añaden los representantes de las familias.

Carrer Costera, uno de los accesos al CEIP Lloma del Mas.

Carrer Costera, uno de los accesos al CEIP Lloma del Mas. / L-EMV

Deterioro general

Asimismo, Rocío Macho también denuncia que la situación general de la urbanización: "calles residenciales como Alt Palància, La Plana Baixa, Font del Llentiscle o Font de l’or son vías repletas de viviendas cuyos vecinos sufren diariamente el mal estado de las calzadas de tierra y piedra que el ayuntamiento hace años tiene abandonadas por completo, sin responder a los registros de entrada que muchos vecinos realizan para alertar del estado de las vías". Según comenta, este estado provoca pinchazos en las ruedas de sus vehículos y que personas mayores tengan miedo de sufrir caídas por la calle.

"Los vecinos de la Lloma del Mas pagamos nuestra contribución por terreno urbano no desarrollado, no por terreno rústico. Sin embargo, los servicios de que disponemos no se corresponden con el pago de dicho impuesto. Mientras se resuelve el eterno conflicto del PAI de la Lloma del Mas, nuestra vida cotidiana se ha convertido en un calvario", protesta.

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